Por Juan José Agustín Reyes Rodríguez (*)
Fotos: Cámara de Diputados
Por fin Andrés Manuel López Obrador llega a la Presidencia de la República, con una mayoría muy clara y mucha controversia sobre sus planteamientos de cambio.
Fue muy significativa su protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, aunque él se refirió a la República Mexicana, asumiendo su carácter republicano que ha manifestado siempre.
Desde el recorrido de su casa a la Cámara de Diputados, hubo abiertas manifestaciones de júbilo, acompañado de motociclistas y ciclistas, saludando a la gente que lo vio pasar en su famoso Jetta. Por su parte el expresidente Peña Nieto siguió utilizando sus camionetas blindadas y una manada de guaruras escoltándolo.
Una vez iniciado el acto solemne, habiendo recibido la nueva banda presidencial con el lugar de los colores correctos y protestado el cargo, comenzó su discurso, sin aspavientos ni grandes dotes retóricas. Después de agradecer al CIUDADANO Peña Nieto, por no haber intervenido (sic) en estas elecciones, como lo hicieron OTROS PRESIDENTES, en clara alusión a Calderón y Fox, comenzó a hacer referencia a la situación a que nos ha llevado el régimen neoliberal o Neoporfirista, durante 36 años, desde que se instauró en el gobierno.

Hizo referencia al inicio de la CUARTA TRANSFORMACIÓN, que sin ser pretencioso ni exagerado, se inicia el cambio de régimen político pacífica y ordenadamente, profunda y radical para acabar con la impunidad.
Las transformaciones que ha tenido el país fueron, la Independencia, una lucha contra la esclavitud; la Reforma, restauración de la República; la Revolución, la justicia y democracia y la Cuarta transformación por la honestidad y fraternidad, una forma de vida y gobierno.
Y empezó a surtirse a Peña Nieto, quien tuvo que aguantar los catorrazos que le surtió AMLO, quien sin personalizar sus ataques, porque todos se los dedicó al neoliberalismo, a Peña le quedó muy bien el saco.
En artículo anterior cuando escribí sobre el Neoliberalismo señalé algunos de los datos expuestos que fueron obtenidos de fuentes oficiales y algunas de fuentes externas.
Señaló que la crisis por la que atraviesa el país es por el neoliberalismo, que ha sido la fuente de corrupción pública y privada, la deshonestidad de los gobernantes, una minoría influyente. Ineficiencia del modelo económico neoliberal, que no ha dado resultados ni cuantitativos ni cualitativos.
Habló de los diferentes periodos presidenciales, del modelo estabilizador que entre 1959 y 1970 el producto interno bruto alcanzo 6%, sin inflación ni deuda externa y con salarios que alcanzaban a satisfacer las necesidades básicas (esto del salario lo digo yo). De 1970 a 1982 se mantuvo el PIB en 6%, pero con grandes desequilibrios sociales y con inflación. Sin embargo, a partir de 1983, cuando empezó el modelo neoliberal, en el periodo del gris presidente De La Madrid, obviamente el que tomaba las decisiones económicas importantes desde entonces, era Salinas de Gortari, como presidente virtual, a cargo de la Secretaría de Programación y Presupuesto.

El PIB no ha pasado del 2.5%, la concentración del ingreso público se ha concentrado en pocas manos, incrementó la emigración y se duplicó la población enferma de diabetes. La violencia aumentó y México en el año 2000 con Fox, ocupaba el lugar 56 de 176 países; con Calderón en el 2006 inició con 70 y lo dejó en 106 en el 2012; y con Peña, en este 2018 llegó al lugar ¡135 de 176 países! Aumentó la inflación, alcanzado hasta el 6%; son más manifiestas las conductas antisociales. La reforma energética lejos de beneficiar al país, como lo aseguró Peña Nieto y sus cómplices legisladores, ha tenido una caída del petróleo, incremento en el costo de la gasolina, diésel y gas. La inversión extranjera apenas llega al 1.7%. México siendo un país petrolero, es el país que más gasolina importa y ¡hasta petróleo crudo! Reiteró que no habrá el fracking.
Un asunto relevante a destacar fue que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se cancela definitivamente. Sin embargo, el nuevo director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, declaró a la prensa que las obras del aeropuerto en el Lago de Texcoco continuarán por algunas semanas, lo cual es muy preocupante para los pueblos de la región que fueron afectados. AMLO señaló que lo que no se suspende es el Fideicomiso que se creó para garantizar los bonos que se emitieron, por lo que esa dilación se debe a que están viendo cómo recuperar parte de los bonos que se subastaron y que ascienden a 6 mil millones de dólares y que estarían en riesgo de demandas y sobre todo que los buitres internacionales los adquieran a precios de ganga.
Esperamos que se logre resolver ese asunto y que se devuelva al Lago de Texcoco su función hidrológica y ambiental que nunca debieron haberla impactado y poder iniciar la restauración de la cuenca y el resarcimiento de los daños causados.
Así es como López Obrador inició formalmente la Cuarta Transformación, mientras Peña Nieto, calladito, calladito, lástima que ya no podrá utilizar el avión presidencial que hoy salió para San Bernardino, California para su venta.

