Por Juan José Agustín Reyes Rodríguez (*).

Imagen ilustrativa superior: Pixabay.

Iniciamos este año 2019, deseándoles a todos los amigos y lectores que tengan salud, energía, bienestar y sobre todo conciencia del nuevo país que queremos.

Después de debates que se dieron por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en pleno Lago de Texcoco, con los que se pudo obtener información real, no la manipulada que manejaban sus futuros beneficiarios, sobre el ecocidio que se estaba causando a toda la cuenca de México, con esa obra “faraónica” representante clara de la corrupción del gobierno de Peña Nieto y sus cómplices de algunos líderes de partidos políticos, funcionarios federales, del Estado de México, de los municipios de la región, empresarios y de varios líderes ejidales.

Después de la consulta ciudadana o sondeo de opinión, como quiera llamársele, celebrada a finales de octubre, en donde una mayoría importante de ciudadanos votaron por la cancelación del NAIM, lo que no necesariamente era favorecer la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía, el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, fijó su posición para la cancelación del NAIM.

A pesar de esa decisión de López Obrador, el aún presidente de México, Peña Nieto, y sus corifeos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), decidieron continuar con las obras hasta el último día de su mandato, lo cual permitió que las empresas que trabajaban ahí aceleraran la devastación de cerros y minas.

Al entrar en funciones el nuevo gobierno, la primera noticia que tuvimos fue el anuncio de Gerardo Ferrando, nuevo director del GACM, que a pesar del anuncio de la cancelación del aeropuerto en el Lago de Texcoco, las obras seguirían por algunas semanas más, lo que causó desconcierto en todos los que habían apoyado y demandado la cancelación de esa obra. La explicación fue que no podían cancelar esos trabajos porque iban a enfrentar demandas de los tenedores de bonos y de la FIBRA E, por 6,000 millones de dólares. Esta posición fue entendida y se esperó el tiempo para que negociaran 1,800 millones de dólares con la recompra de bonos y negociando con quienes no estuvieran de acuerdo, que aceptaran las modificaciones al contrato para que se cambiara el objeto principal de esos bonos, que era precisamente el NAIM.

Finalmente a principio de este nuevo año, el Ing. Javier Jiménez Espriú declaró que ya se cancelaba oficialmente el NAIM. Esto permitiría darle paso a Santa Lucía, lo cual también está abriendo un nuevo debate, por los pobladores de esa región.

Con ello no tendría por qué seguir el debate. Sin embargo los comentaristas y entrevistadores de las principales diarios y cadenas de televisión y radio, todavía, aunque a menor intensidad, siguen lamiéndose las heridas, ahora atacando por el lado de LAS ENORMES PÉRDIDAS que significan para el país haber cancelado el aeropuerto. El ex candidato Meade, quien fuera secretario de Hacienda con Calderón y con Peña Nieto, hace sus cuentas alegres diciendo que el costo sería de más de 145,000 millones de pesos, a lo cual López Obrador le reviró contundentemente que no sabía hacer las cuentas bien.

Y en el nuevo año, continúa el debate sobre las obras auxiliares al aeropuerto, como son: 1.- El proyecto de “saneamiento” (SIC) de los 9 ríos del oriente del Lago; 2.- la autopista que viene de Acolman hacia el NAIM, pasando por los municipios de Tezoyuca y Atenco; y 3.- ¿Qué se va hacer con las obras inconclusas en el NAIM?

1.- Respecto al disque saneamiento de los 9 ríos del oriente de la cuenca, NO SE DEBE PERMITIR que sigan destruyendo vegetación riparia y pavimentando los cauces de esos ríos, con esos colectores. Lo que si se podría hacer y esto lo pueden considerar las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en coordinación con el Gobierno del Estado de México y los municipios de Texcoco, Atenco, Tepetlaoxtoc, Tezoyuca, Acolman y Teotihuacán es que se hagan las redes de drenaje en todos los pueblos y en las principales ciudades y que se hagan humedales preferentemente, donde sea posible, se traten las aguas y las regresen a los cauces de los ríos para que sigan cumpliendo su función hidrológica, estén sanos y se evite la grave contaminación de las aguas negras.

2.- Lo correspondiente a la autopista Acolman NAIM, definitivamente DEBE CLAUSURARSE y no permitir que se concluya, porque al no haber aeropuerto no tiene ninguna razón de ser. En días pasados el Senador Higinio Martínez Miranda, líder del Grupo de Acción Política (GAP) incrustado en MORENA, para su desgracia, ex presidente municipal de Texcoco en dos ocasiones, ex diputado local y federal no sé cuántos periodos y actual presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes en el Senado de la República, para completar el cuadro, manifestó que es necesario terminar esa autopista y se lo exigiría al secretario de SCT. En igual sentido, Sandra Luz Falcón, presidente municipal de Texcoco, también socia del GAP, se pronunció en el mismo sentido, lo cual es inaudito, porque ella ¿qué tiene que andarse metiendo en los asuntos de otros municipios? Este interés desmedido de estos jefes del GAP, por algo que no les concierne. ¿No será que Higinio pretende urbanizar predios propios y de sus socios que adquirieron en esa parte? ¿Por qué Sandra Falcón defiende también esa posición, tendrá también alguna participación en los negocios?

3.- El otro elemento es lo que el propio director general del GACM ha mencionado, que lo invertido en esas obras inconclusas no puede tirarse y habría que buscarle alguna utilidad. Aparecieron inmediatamente los buitres inmobiliarios proponiendo nuevamente un parque ecológico, hacer un desarrollo urbano planeado “ecológicamente” (SIC), rescatar parte de la propuesta de hace dos sexenios de hacer la Ciudad Lago, con algunas modificaciones, hacer ahí una universidad del campo o del agua, un centro de desarrollo tecnológico y lo que la imaginación les dé a tanta gente interesada.

PEEERO, lo que sigue sin tomarse en cuenta por Gerardo Ferrando es que todos esos terrenos que se habían adjudicado al GACM, deben ser REGRESADOS a la CONAGUA y a los ejidatarios que fueron despojados o comprados con engaños e ilegalmente en algunos casos y, restaurar la función hidrológica de toda la superficie que ocupa el lago, no sólo lo que es la llamada zona federal sino también los terrenos que adquirieron los buitres inmobiliarios en las colindancias, cuando esperaban que se iban a secar esas tierras.

¿Y qué hacer con esas estructuras? Hay millones de pesos invertidos en acero, cemento, arenas, gravas, tezontle y basalto, así como en transportes, las mentadas góndolas, que muchos empresarios adquirieron con los recursos del NAIM. Todos estos insumos si ya se pagaron por el gobierno, PERTENECEN al pueblo, por lo tanto se pueden reutilizar en gran porcentaje para aprovecharlos en otras obras públicas.

El acero es totalmente rescatable, en lugar de haber seguido armando las estructuras deberían desmontarlas y recuperar el acero. El concreto se puede demoler y aprovechar como material de construcción más sólido en la reconstrucción de la infraestructura dañada por los sismos de 2017, en Puebla, Oaxaca y Chiapas. El basalto y tezontle que está en las pistas se puede aprovechar vendiéndolo para otras obras, extrayéndolo de las pistas y cancelando las minas que aún siguen trabajando, la mayoría ilegalmente. Así se recuperaría profundidad de esas pistas para mayor almacenamiento de agua en el lago. El Lago Nabor Carrillo debe rellenarse nuevamente de aguas tratadas y mantenerlo como refugio de aves residentes y migratorias. Finalmente la barda perimetral con su sistema individual de alumbrado solar, puede utilizarse también en cualquier otra parte donde haya obra pública.

El LAGO DE TEXCOCO Y TODA LA CUENCA DEL VALLE DE MÉXICO DEBEN RESCATAR SU FUNCIÓN HIDROLÓGICA FORESTAL y no pensar en seguir poniendo actividades humanas en esas obras, sino que deben retirarse de ahí y poner toda la superficie en manos de CONAGUA, no en las del GACM.

(*) Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques. por la Escuela Nacional de Agricultura, de Chapingo, Texcoco, Estado de México (hoy, Universidad Autónoma Chapingo); Maestro en Ciencias y Candidato a Doctor en Recursos Naturales por The University of Michigan, en Ann Arbor, Michigan; Consultor en Recursos Naturales, Ambiente y Desarrollo.