El periodista mexicano Jorge Santa Cruz sostiene que el activismo de Francisco tiene como propósito final que se constituya una religión mundial que persiga de manera muy especial a los verdaderos cristianos.

Foto: El Vaticano.

DSC02831Por Jorge Santa Cruz (*)

En nuestro artículo anterior, nos referimos al lenguaje masónico que utilizó Francisco en su mensaje de Navidad de 2018, y a la manera como la Masonería lo respaldó. (1)

El eje de ese discurso de Jorge Mario Bergoglio fue el de la fraternidad como medio para lograr la salvación del alma, pasando por el respeto a la pobre humanidad. (Nunca habló de cumplir con los Mandamientos dados por Dios, es decir, por la Santísima Trinidad).

Cuarenta y un días después, el 4 de febrero de 2019, en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, firmaron el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común. Lo hicieron con el propósito de convencer al mundo de la necesidad de terminar con las guerras, en especial, con las que tienen un carácter religioso o nacionalista.

El documento, en su núcleo, enfatiza lo siguiente:

«La fuerte convicción de que las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad y a despertar el sentido de la religiosidad entre los jóvenes, para defender a las nuevas generaciones del dominio del pensamiento materialista, del peligro de las políticas de la codicia de la ganancia insaciable y de la indiferencia, basadas en la ley de la fuerza y no en la fuerza de la ley. (2)

»La libertad es un derecho de toda persona: todos disfrutan de la libertad de credo, de pensamiento, de expresión y de acción. El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos. Esta Sabiduría Divina es la fuente de la que proviene el derecho a la libertad de credo y a la libertad de ser diferente. Por esto se condena el hecho de que se obligue a la gente a adherir a una religión o cultura determinada, como también de que se imponga un estilo de civilización que los demás no aceptan». (3)

Esta declaración lo que propone, en síntesis, es:

  • Todas las religiones son iguales. («las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz»).
  • La fraternidad humana se sustenta en el conocimiento y la convivencia común (ya que todas las religiones son iguales).
  • Toda persona tiene derecho a creer… o no creer.
  • La diversidad de religiones fue creada por Dios. (Por lo tanto, todas «salvan»).
  • Defender la divinidad y verdad de una religión atenta contra la libertad de credo de los demás y puede ser causa de conflictos sociales y guerras.

El planteamiento anterior es semejante en su esencia al sincretismo planteado por la Gran Logia de España:

«La Francmasonería acoge en su seno sólo a hombres libres, mayores de edad, respetables e independientes, solo dependientes de su conciencia y dedicados a poner en práctica un ideal de paz, amor y fraternidad, preocupados en su perfeccionamiento moral así como el de la Humanidad entera. No es una religión, una escuela filosófica, un club, una ONG, una organización metapolítica, una sociedad secreta, ni tampoco una sociedad con secretos. Podemos reconocer algunos rasgos y aplicaciones de estos aspectos en nuestra Fraternidad, pero ninguno de ellos es definitorio en su totalidad de lo que es la Francmasonería. En todo caso se articulan radialmente en torno a lo esencial de la Orden: su sustancia, la hermenéutica de su transmisión y finalidad iniciática.

»La Francmasonería deviene en una Institución universal, ética, filosófica e iniciática, que persigue un ideal realizable fundado sobre la razón, la educación, y el trabajo constante y paciente». (4)

Lo primero que pretenden Francisco, Ahmad Al-Tayyeb y demás compañeros de viaje es consolidar el indiferentismo religioso con el fin de construir un nuevo orden mundial sustentado en el conocimiento de la Masonería, de esa «Institución universal, ética, filosófica e iniciática, que persigue un ideal realizable fundado sobre la razón, la educación, y el trabajo constante y paciente».

Logrado lo anterior, procederían a constituir una religión mundial para que sirva de manera paralela -mediante el control de las conciencias- a la autoridad mundial propuesta por Pablo VI en la ONU. (De esto nos ocuparemos en futuras entregas).

La alerta del Papa León XIII

El Papa León XIII gobernó a la Iglesia Católica entre el 20 de febrero de 1878 y 20 de julio de 1903.

León XIII vio con toda claridad la amenaza que constituía la Masonería para la Iglesia Católica y para el mundo entero. Por eso publicó la Encíclica «Humanun Genus» [«El Género Humano»] el 20 de abril de 1884.

En ella, el Sumo Pontífice denunciaba que «…En nuestros días, todos los que favorecen el campo peor parecen conspirar a una y pelear con la mayor vehemencia bajo la guía y con el auxilio de la masonería, sociedad extensamente dilatada y firmemente constituida por todas partes. No disimulan ya sus propósitos. Se levantan con suma audacia contra la majestad de Dios. Maquinan abiertamente la ruina de la santa Iglesia con el propósito de despojar enteramente, si pudiesen, a los pueblos cristianos de los beneficios que les ganó Jesucristo nuestro Salvador». (5)

Más adelante, el Santo Padre León XIII decía:

«Aunque faltasen otras pruebas, lo dicho está probado suficientemente por el testimonio de los mismos jefes sectarios, muchos de los cuales, en diversas ocasiones, y últimamente en una reciente memoria, han declarado como objetivo verdadero de la masonería el intento capital de vejar todo lo posible al Catolicismo como una enemistad implacable, sin descansar hasta ver deshechas todas las instituciones establecidas por los Papas en la esfera religiosa. Y si los afiliados a la masonería no están obligados a abjurar expresamente de la fe católica, esta táctica está tan lejos de oponerse a los intentos masónicos, que más bien sirve a sus propósitos. En primer lugar, porque éste es el camino de engañar fácilmente a los sencillos y a los incautos y de multiplicar el número de adeptos. Y en segundo lugar, porque al abrir los brazos a todos los procedentes de cualquier credo religioso, logra, de hecho, la propagación del gran error de los tiempos actuales: el indiferentismo religioso y la igualdad de todos los cultos. Conducta muy acertada para arruinar todas las religiones, singularmente la Católica, que, como única verdadera, no puede ser igualada a las demás sin suma injusticia». (6)

Esto es lo que hace Francisco «al abrir sus brazos a todos los procedentes de cualquier credo religioso»: propagar el error.

Se puede argumentar con razón que el Imán de los Emiratos Árabes Unidos no representa al Islam. El paso dado en Abu Dabi es -sin embargo- muy simbólico. Va en el sentido de construir a mediano plazo la Organización de las Religiones Unidas que le propuso el finado ex Presidente de Israel, Shimon Peres, al propio Francisco. (De esto, nos ocuparemos, también, en futuras entregas).

¿Qué va a pasar después?

Cuando la religión mundial (o sea, la religión de la Masonería) impere, entonces la autoridad mundial reprimirá a los católicos con el argumento de que dejarlos profesar su fe podría provocar nuevas guerras en el mundo.

Vale decir, a manera de conclusión, que el terrorismo islámico (ejecutado por la Hermandad Musulmana, a través del Emirato Islámico) es organizado y financiado desde Occidente, por lo que «entrará en sueños» cuando lo ordene la Élite Mundial a sus brazos ejecutores: la Masonería Internacional, el Consejo de Relaciones Exteriores, la Comisión Trilateral y el Club Bilderberg, entre otros.

En nuestra próxima entrega: La vez que Juan Pablo II elogió los ideales masónicos de LIbertad, Igualdad y Fraternidad.

Notas

  1. Jorge Santa Cruz. «La capitulación vaticana ante la Masonería (1)». Recuperado el 4 de febrero de 2019. https://periodismosincompromisos.wordpress.com/2019/02/02/la-capitulacion-vaticana-ante-la-masoneria-1/#more-1202
  2. El Vaticano. «Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común». Recuperado el 4 de febrero de 2018. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/travels/2019/outside/documents/papa-francesco_20190204_documento-fratellanza-umana.html
  3. Ibid.
  4. Gran Logia de España y Gran Oriente de España. «¿Qué es la Francmasonería?». Recuperado el 4 de febrero de 2019. https://gle.org/que-es-la-francmasoneria/
  5. León XIII. «Humanum Genus». Pág. 1. Recuperado el 4 de febrero de 2019.  http://www.homilia.org/NewAge/humanumGenus.pdf
  6. Ibid. Pág. 3, fin del segundo párrafo.

(*) Contacto: jlsc.ua@gmail.com