«Es necesario convenir con las autoridades federales que no se realicen proyectos urbanizadores en el lago, como el que se está proponiendo por parte de CONAGUA, de hacer el “Parque Ecológico Lago de Texcoco»»

Por: Juan José Agustín Reyes Rodríguez (*) 

El Ayuntamiento de Texcoco convocó a una consulta ciudadana para elaborar el Plan de Desarrollo Municipal de Texcoco con una estructura temática de cuatro pilares y tres ejes transversales.

Los pilares fueron: 1 Social.- Municipio socialmente responsable, solidario e incluyente; 2 Económico.- Municipio competitivo, productor e innovador; 3 Territorial.- Municipio ordenado, sustentable y resiliente; 4 Seguridad.- Municipio con seguridad y justicia.

Los ejes transversales considerados fueron: 1.- Igualdad de género; 2.- Gobierno moderno, capaz y responsable; 3.- Tecnología y coordinación para el buen gobierno.

En esta contribución nos referiremos solamente al pilar 3, el cual considero que es fundamental para el desarrollo orgánico del municipio.

Pilar 3 Territorial: Municipio Ordenado, Sustentable y Resiliente

Dentro de este pilar 3, se mencionan 5 estrategias: Ciudades y comunidades sostenibles; Energía asequible y no contaminante; Acción por el clima; Vida de los ecosistemas terrestres; y Manejo sustentable y distribución del agua. Dentro de cada estrategia se proponen acciones o proyectos que complementan el Plan a mayor detalle.

Estas estrategias, acciones o proyectos, tienen una vinculación directa con la ordenación del territorio municipal, que abarca desde las partes forestales más altas en la Sierra del Tláloc, pasando por la zona de lomeríos que han sido fuertemente impactadas por la explotación irracional de las minas, hasta llegar a la zona lacustre del Lago de Texcoco.

Las ciudades y comunidades sostenibles dependen básicamente de contar con espacios verdes, como es mantener las tierras que fueron ranchos y granjas y que aún no las han tapizado de cemento; no seguir promoviendo o autorizando mega proyectos urbanos como los autorizados simplemente por haber espacios grandes que ocupaban los ranchos. Por cierto todos los ranchos y granjas contaban con pozos y hacer fraccionamientos habitacionales o industrias de agua embotellada, ha sido un mecanismo de apropiación y explotación del acuífero. Cuando había ranchos y granjas, el agua de riego se infiltraba nuevamente al acuífero, pero ahora con la urbanización ya se perdió esa recarga y se generan aguas residuales.

En la ordenación territorial del municipio deben tomarse como principios fundamentales la conservación de las áreas forestales y agropecuarias que todavía existen y no permitir su cambio de uso a ninguna otra actividad que no sean las mismas.

Las partes altas de la Sierra Nevada constituyen parte del Parque Nacional Zoquiapan y Anexas, ahora anexo al Parque Nacional Izta-Popo para formar una sola unidad de conservación. Colindante con esos parques se encuentran ejidos y comunidades que aún mantienen bosques y por lo tanto deben estar bajo conservación y manejo técnico en producción de bienes y generación de servicios ambientales, fundamentalmente el agua.

En la zona de lomeríos, que fue la más impactada por la sobre explotación de minas y cerros, así como socavones contaminados por los lodos tóxicos del aeropuerto que afortunadamente no se construyó en el Lago de Texcoco, se requiere destinarlo como zona de restauración de suelos y bosques, así como rescatar la agricultura protegida que se hacía con la producción de flores y hortalizas. Se debe detener la especulación de tierras en toda esta zona de lomeríos.

Esta es una zona importante de recarga del acuífero de Texcoco, que abarca total o parcialmente 12 municipios.

En la zona lacustre del Lago de Texcoco, en donde aparentemente no hay lago, lo cual es un total desconocimiento de las características del mismo, debe recuperarse la función hidrológica del mismo, en su carácter de regulador de las avenidas de los ríos del oriente del Valle de México; evitar su desecación para que no siga hundiéndose la Zona Metropolitana de la CDMX y del Valle de México; reactivar las áreas agrícolas que aún se encuentran y prohibir la urbanización de toda la zona inundable alrededor de la zona federal del Lago de Texcoco. Desde luego que esta zona por su cercanía a la Ciudad de México está en el mercado especulativo y se corre el riesgo de urbanizarla con todos los problemas que eso acarrea, principalmente el déficit de agua, servicios públicos, inseguridad, feminicidios, vialidad y mayor hundimiento de toda esta zona.

Es necesario convenir con las autoridades federales que no se realicen proyectos urbanizadores en el lago, como el que se está proponiendo por parte de CONAGUA, de hacer el “Parque Ecológico Lago de Texcoco”, con una concepción básicamente urbana disfrazada de ecológica, que consiste en aumentar la actividad humana en las construcciones que dejó el aeropuerto y están pretendiendo rescatar. Evitar así mismo desarrollos urbanos en el lago y en su periferia, con el disfraz de ecológicos y deportivos, porque a final de cuentas será darle un uso urbano al lago, cuando su principal función es la hidrológica.

El acuífero de Texcoco es de los más sobre explotados; tiene un déficit mayor a los 111 millones de metros cúbicos. El crecimiento urbano e industrial que se está dando sobre zonas agrícolas, lomeríos y hasta en las forestales, es un factor de desequilibrio hídrico, al reducirse las zonas de infiltración, aumento de las escorrentías y mayor extracción de agua.

Esto también genera erosión, tolvaneras y deslaves, lo que impacta en la salud humana y animal. Factor importante de contaminación del agua, suelo y aire la provocó la construcción del NAIM en los socavones de Tlaminca, Tlaixpan, Nativitas, Huexotla y Tequexquinahuac como depósito de lodos tóxicos del Aeropuerto y que necesariamente deberán tratarse para reducir su toxicidad.

El crecimiento de los pueblos de Texcoco, y de toda la cuenca, debe tener una planificación en su estructura urbana; redes de drenaje que sean tratadas con humedales antes de verterlos a los ríos y cañadas; vialidades ordenadas; reducir la densidad de construcciones y no permitir la construcción de mega proyectos como el autorizado de ARA y otros que están en cartera en localidades del municipio. Reorientar el Proyecto de CONAGUA del presunto saneamiento de los ríos del oriente del Valle de México, para que no sigan devastando la vegetación riparia con sus colectores marginales y mejor se diseñe un sistema de humedales en los pueblos y viertan las aguas tratadas nuevamente a los ríos. Lo mismo no deben seguirse pavimentando los cauces y quitar las planchas de concreto donde ya lo hicieron.

Texcoco tiene una gran riqueza arqueológica, antropológica, histórica y cultural en general. Aún se conservan en algunos pueblos tradiciones y costumbres ancestrales que deben mantenerse, lo mismo que las lenguas nativas como el Náhuatl, que debe recuperarse y fomentarse. Texcoco tiene dos Parques Nacionales, Zoquiapan y Anexas y el Molino de Flores; así mismo tiene el parque estatal que es el Sistema Tezcutzingo que colinda con el Molino de Flores y con el Zoquiapan y Anexas. Son áreas muy importantes que deben respetarse en sus objetivos y funciones y no seguir soslayando su importancia al haber permitido o tolerado los numerosos cambios de usos del suelo.

Los espacios que ocupaban ranchos en la cabecera municipal y que aún están sin urbanizar, es necesario que se rescaten como áreas verdes o productoras de agricultura urbana y no permitir su urbanización.

Texcoco no puede seguir siendo el dormitorio de la Ciudad de México y menos el seguir devastando el territorio, como sucedió, no sólo aquí, sino en toda la región, por la construcción del aeropuerto en el Lago de Texcoco. Ahora seguirán prevaleciendo los intereses de los especuladores inmobiliarios y políticos que acapararon tierras en la región y que ahora querrán recuperar y multiplicar su inversión especulativa. Eso no debe ocurrir, porque de esa manera Texcoco se convertiría en otro Chimalhuacán, Nezahualcóyotl o Ecatepec, con el respeto que me merecen.

(*) Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques, por la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, Texcoco, Estado de México (hoy Universidad Autónoma de Chapingo); Maestrom en Ciencias y candidato a Doctor en Recursos Naturales por The University of Michigan, en Ann Arbor, Michigan; Consultor en Recursos Naturales, Ambiente y Desarrollo.