Lo hecho por Trump fue una violación; no hay que festejarlo

Mario Rosales BetancourtPor Mario Rosales Betancourt (*)

Foto: Gobierno de México.

Algunos lo ven como cuando a una mujer la amenazan con hacerle daño a sus hijos, si no acepta tener relaciones con un delincuente que la acosa, y luego que acepta, se pone feliz porque evitó el inminente daño a sus infantes. O lo que nos ha pasado a muchos, que cuando nos roban a mano armada un automóvil de nuestra propiedad, agradecemos a Dios que no nos hayan matado.

Ahora, hay unos que ven el acuerdo alcanzado para evitar un acto totalmente ilegal —el de imponer aranceles a todos los productos mexicanos— como un gran triunfo y ubican en un pedestal de héroe a Marcelo Ebrard, al grado de ya pre-pre-precandidatearlo a la silla presidencial. Ciertamente otros lo ven, como una abyecta sumisión que mancilló nuestra impoluta soberanía nacional.

Ambas posiciones son erróneas. Las de pejefóbicos, que siempre ven mal todo lo hecho por el actual gobierno y las de los AMLOVERS, que aplauden a rabiar todo lo hecho. Esto, en todo caso, se parece —ya que al presidente López Obrador le gustan mucho las referencias históricas— a la actitud del General Pedro María Anaya que después de defender heroicamente el Convento de Churubusco, hoy Museo Nacional de las Intervenciones, cuando el general norteamericano invasor Twiggs le preguntó por el armamento y las municiones, simplemente respondió: «Si hubiera parque, no estaría usted aquí».

Esto es, así como yo no me considero cobarde porque entregué mi automóvil a quien me lo exigió con una pistola, pues fue un acto de pragmatismo racional, no lo califico ni heroico ni indigno. Pero lo que tenemos que evitar es que esto sea un nuevo Tratado de Bucareli, aceptado por Obregón por las ventajas políticas personales que le significaba a él, el reconocimiento de los Estados Unidos, y donde no se supo en ese momento qué pactó el gobierno mexicano.

Según los propios tuits de Trump, hay cosas pactadas que no se han dado a conocer, y hay cosas que dice Trump que no tienen sentido, como que México va a comprar una gran cantidad de productos agrícolas de los Estados Unidos, porque para empezar el gobierno mexicano no nos puede obligar a comprar y consumir, a los mexicanos y a las empresas mexicanas, productos determinados por el gobierno, por haber sido acordados con Trump.

No es tiempo para festinar. Lo hecho por el gobierno de Trump fue un acto ilícito que viola principios como el de no hacer uso de las amenazas en las relaciones internacionales, el de no intervenir en asuntos internos, el de no violar la autodeterminación de los pueblos y el de respetar  los tratados internacionales vigentes.

Así, por ser débiles enfrentando a un fuerte, tuvimos que doblegarnos y lo peor, con ello darle un triunfo a Trump para que lo aproveche para buscar su reelección. Nos violaron en nuestro perjuicio, las normas del derecho Internacional; el gobierno realizó solo lo deseable, los no aranceles, pero dentro de lo posible, acatar dictados imperialistas. No son héroes, ni villano, solo son políticos.

(*) Abogado, profesor universitario con 44 años de experiencia docente y periodista.

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