Plan Nacional de puro rollo

Mario Rosales BetancourtPor Mario Rosales Betancourt (*)

Imagen ilustrativa: Gobierno de México.

El gobierno de la 4T festeja con bombo y platillos, la aprobación de su Plan Nacional de Desarrollo. Señala que es el primero que aprueba la Cámara de Diputados, que significa el romper y acabar con el neoliberalismo, que es la gran guía para la transformación de México. Pero cuando se lee, vemos un texto discursivo, de buenos propósitos, pero carentes de cómos. En realidad, no cumple con lo que establecen el articulo 26 constitucional y la ley de planeación y es sólo un Plan Nacional de Puro Rollo.

La planeación es el establecimiento de una racionalidad económica, que es contraria a un sistema liberal en el cual sólo el mercado resuelve los problemas económicos fundamentales; el qué, cómo y para quién producir, su origen lejos de ser neoliberal, es el modelo de los planes quinquenales establecidos en la Unión Soviética, y en Europa se estableció la auto llamada planeación democrática, para lograr la reconstrucción y el desarrollo posteriormente a la segunda guerra mundial.

El que se haya aprobado por la Cámara de Diputados no significa nada, primero porque la mayoría morenista aseguraba este resultado, fuese lo que fuese que entregara el gobierno; pero además es muy pobre el papel de la Cámara de Diputados, que en el caso de una ley o del presupuesto de egresos puede hacer modificaciones y adiciones. En el caso del Plan sólo pueden aprobarlo o no.

Ese plan y nada es lo mismo, no hay certeza de cuáles son los objetivos y prioridades, sino seguirán las ocurrencias, la improvisación y la incertidumbre. Bueno como discurso político, pero poco efectivo para lograr el desarrollo integral de la Nación.

(*) Abogado, profesor universitario (con 44 años de trayectoria en la UNAM) y periodista.

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