Ningún neoliberal, desde De la Madrid hasta Peña, pasando por Fox y Calderón, había dado tanto a los dueños del sistema financiero

Por Jorge Santa Cruz (*)
Imagen ilustrativa: Banco de México.
El 22 de agosto de 2018, al participar en un foro de Banorte, el hoy jefe de la oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, dijo que una de las prioridades del gobierno de Andrés Manuel López Obrador sería la eliminación del dinero en efectivo para combatir la corrupción en las compras de gobierno y atraer a más personas a la economía formal.
Siete meses después, el 21 de marzo de 2019, en el marco de la convención bancaria celebrada en Acapulco, López Obrador atestiguó el lanzamiento del Cobro Digital (CoDi).
Finalmente, el gobierno socialista de Andrés Manuel López Obrador y la banca globalista vinculada a Rothschild, Soros y Rockefeller concretaron su plan este 30 de septiembre.
Tal alianza es natural, dado su origen común, representado de manera muy nítida por el Club Bilderberg, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
La geometría política la dejan estas instancias multilaterales para las masas de votantes poco informados. Tanto la escuadra como el compás sólo tienen un vértice. Así de simple.
La eliminación del dinero en efectivo vía el Cobro Digital (CoDi) busca oficialmente incrementar la recaudación fiscal, terminar con la informalidad y evitar los fraudes.
Tales argumentos son fáciles de «vender» a la opinión pública. Lo que no dice el gobierno de López Obrador es que el CoDi fue diseñado para entregar el dinero de toda la gente a los bancos, y para que el gobierno —vía el Servicio de Administración Tributaria (SAT)— sepa en qué gasta cada persona su dinero. El SAT será ese big brother (ese gran hermano) que pedirá cuentas de todo.
Hoy, el gobierno de López Obrador y la banca que opera en México susurran al oído de los mexicanos que el CoDi hará efectiva la inclusión financiera. Lo que no dicen es que este «capitalismo inclusivo» fue diseñado por la banca Rothschild.
Sugerimos leer el discurso que la entonces directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, pronunció el 27 mayo de 2014 en Londres, Inglaterra.¹
El gobierno de López Obrador y el Banco de México han seguido al pie de la letra dicho plan, para felicidad de los banqueros instalados en México (en su gran mayoría extranjeros) que controlarán todo el dinero de los mexicanos. Y todo, significa todo.
Los bancos seguirán dando intereses de miseria a quienes ahorren con ellos, y a nuestra gente no le quedará otra opción, pues si guarda su dinero debajo del colchón perderá su valor. No podrá ni comprar ni vender sin el CoDi.
En cambio, los bancos seguirán cobrando altos intereses por los préstamos que otorguen. El 22 de octubre de 2018, el todavía presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió a la presidente de Banco Santander, Ana Botín, que no reduciría los montos de las comisiones que cobran los bancos que operan en México al menos durante tres años.
¡Negocio redondo! Ningún neoliberal, desde De la Madrid hasta Peña Nieto les había dado tanto como López Obrador. (Ana Botín es una integrante muy prominente del Club Bilderberg).
El discurso «honesto» de AMLO
El nuevo régimen ha soltado cifras alegres, con el fin de aturdir a la sociedad para que acepte, sin chistar, la eliminación del dinero en efectivo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dice que el dinero en efectivo inundó la economía. Según sus estimaciones, la circulación de billetes y monedas se duplicó en el sexenio de Peña Nieto.
La nota de La Jornada fechada el 27 de septiembre pasado indica que el efectivo pasó de 836 mil 500 millones de pesos (mdp) a 1.6 billones de pesos. La vía de entrada de ese dinero fue el comercio informal y, según la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, nueve grupos criminales se beneficiaron de esta situación.²
La Jornada proporcionó otro dato: en 2018, del total de pagos, el 91 por ciento se hizo en efectivo y el 3 por ciento con el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI).
Claro que es loable que se amplíe la base de contribuyentes. Nada nos garantiza, sin embargo, que en esa ampliación vayan a figurar las poderosas familias de ilustres apellidos como Salinas Pliego o Bartlett, las cuales están tan frescas como una lechuga gracias al apoyo dictatorial del presidente López Obrador.
El presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera, indicó que en el país hay 95 millones de personas adultas, de las cuales 37 millones ya tienen una cuenta bancaria. La ABM espera que estos 37 millones de mexicanos utilicen únicamente el CoDi para el 2022.
Los bancos que operan en México tienen como siguiente objetivo incorporar a otros 34 millones de mexicanos.
El reportero Fernando Franco, de El Heraldo de México (ABM), informó que «Niño de Rivera descartó que CoDi se convierta en una medida de mayor fiscalización en el país, aunque reconoció que todas las operaciones que se hagan a través de esta plataforma serán fácilmente rastreadas por las autoridades».³
Luis Niño de Rivera es empleado de Ricardo Salinas Pliego. Actualmente dirige el Banco Azteca, pero ha trabajado para Citibank (ligado a los Rockefeller) y para el Dresdner Bank.
Referencias electrónicas
- Christine Lagarde. “Inclusión económica e integridad financiera: Discurso pronunciado ante la Conferencia para un Capitalismo Inclusivo, por Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional”. Consultado el 30 de septiembre de 2019: https://www.imf.org/es/News/Articles/2015/09/28/04/53/sp052714
- Israel Rodríguez. «Inundó la economía el uso de efectivo; se disparó el lavado». La Jornada. Consultado el 30 de septiembre de 2019: https://www.jornada.com.mx/2019/09/27/
- Fernando Franco. «En tres años, 37 millones de usuarios ya usarán CoDi: Banqueros». El Heraldo de México. Consultado el 30 de septiembre de 2019: https://heraldodemexico.com.mx/mer-k-2/cobro-digital-baxico-tecnologia-que-es-codi/
(*) Periodista mexicano
