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Por Jorge Santa Cruz

Foto ilustrativa: Commons Wikimedia bajo licencia de Creative Commons Attribution 4.0 International 

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el asesinato del poderoso general iraní Qasem Soleimani, tanto por razones de política interna, cuanto de orden geopolítico.

En lo interno, Trump pretende tres cosas:

  1. Reforzar su imagen de cara al juicio político (impeachment) al que será sometido por el Senado de los Estados Unidos.
  2. Capitalizar el asesinato de Soleimani durante su campaña por la reelección.
  3. Aplacar la impaciencia del complejo militar-industrial de los Estados Unidos, cuya prosperidad depende de las guerras y del sufrimiento de los demás pueblos de la tierra.

En lo externo, Trump persigue cuatro cosas:

  1. Desestabilizar a Irán, puesto que es el país del Medio Oriente que frena el expansionismo israelí.
  2. Influir en las próximas elecciones de Israel, a favor de su tutor y aliado, Benjamín Netanyahu, quien ha fracasado en los dos procesos electorales anteriores.
  3. Retomar el control de Irak.
  4. Debilitar a Siria frente al asedio israelí.

Lo previsible

  • La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) provocará nuevos disturbios en Irán e Irak para decir, después, que los gobiernos de ambos países carecen de legitimidad y que deben ser reemplazados por la vía de las elecciones. A Estados Unidos e Israel les interesa, sobremanera, cancelar el programa nuclear iraní.
  • Benjamín Netanyahu presumirá de que sólo él puede garantizar el apoyo bélico de Estados Unidos a Israel ante el poderío iraní.
  • Washington y la Unión Europea desatarán una intensa campaña de desprestigio en contra de la cúpula militar de Rusia, con el objetivo de que Moscú se retire de Siria.
  • Turquía incrementará el asedio contra Siria en Idlib, en su afán de liquidar a los kurdos que rechazan al presidente Recep Tayyip Erdogan y de acelerar, también, el desmembramiento de Siria.
  • Siria, sin la protección rusa, quedaría inerme ante las ambiciones imperialistas de Israel y Turquía.

Lo que se debe considerar

Será necesario, pues, estar a la expectativa de los dos grandes aliados de Irán, Rusia y China, con los cuales  ha intervenido en recientes maniobras navales.

Rusia ha difundido que tiene armas invencibles, y China también ha reforzado sus arsenales estratégicos y tácticos.

Se ve improbable que estalle una conflagración global debido a la capacidad de destrucción de las grandes potencias involucradas: Estados Unidos, Rusia, China, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, etcétera.

En cambio, pueden darse actos de terrorismo en Irán y combates locales con el concurso de las tropas de las monarquías árabes que son afines a Estados Unidos e Israel y, por ende, contrarias a Irán, entre las que sobresale Arabia Saudita.