Por Mario Rosales Betancourt (*)
Imagen ilustrativa: Twitter
Hechos terribles como los que ha sido noticias recientes, pero que solo evidencian daños estructurales en nuestra sociedad, patriarcal, machista, discriminatoria, misoginia e injusta contra las mujeres, son los que provocan el que muchas mujeres y muchos hombres, estemos dispuestos a apoyar el paro nacional programado al día siguiente, del Día Internacional de la Mujer.
Nuevamente, Andrés Manuel López Obrador comete el mismo error de cuando era jefe de gobierno en 2004, que ante una legitima marcha contra la inseguridad, la célebre marcha en la que muchos acudimos de blanco, la descalificó al llamarla de «pirruris» y con ello convertir una protesta contra la inseguridad, que se vivía en el Gobierno de Fox, en una marcha que no era en contra de él, sino contra un grave problema social, que sólo se ha agravado.
Se puso un saco que no era para él, cuando lo inteligente hubiera sido sumarse. Ahora califica al paro del día 9 como infiltrado por la derecha, cuando es algo que surgió de la sociedad civil y, si bien, los partidos y grupos de derecha se sumaron, todos sabemos que es algo superior a ellos; que surge de la sociedad, porque se afecta a todos, ricos y pobres, de todas las ideologías, edades y aun géneros, porque aunque las víctimas directas son mujeres, ellas tienen padres, esposos, hermanos, abuelos, etc., que somos hombres.
Así, la actitud de su esposa de primero apoyar el paro, fue casi unánimemente aplaudida, pero primero Noroña y después el mismo López Obrador, sostuvieron que la protesta era contra el gobierno de la 4T, y manejada por la derecha. Y con ello, se dio el censurable cambio de la señora de López Obrador, y ahora se opone al paro, y solo propone que las mujeres lleven ese día un pañuelo blanco, como los que continuamente saca AMLO en su apoyo.
La situación que existe contra la mujer es ancestral, su origen lo mismo deriva de la tradición judeocristiana, de la grecolatina, de la oriental y de la islámica. Hace 70 años en México las mujeres no tenían ni siquiera el derecho al voto y solo hasta 1975 se estableció en muestra Constitución la igualdad jurídica del hombre y la mujer.
Así, no es culpa del neoliberalismo, ni mucho menos del gobierno de la 4T. Lo que se le cuestiona a López Obrador, solo es su falta de empatía con las víctimas y con la situación real de las mujeres, hechos que no admiten otros datos.
La verdad es que haría bien López Obrador en frenar la idea del pañuelito blanco, para esquiroles contra el paro. Y sumarse sin que le importe que también estén los grupos de derecha para demostrar que esa lucha es una cuestión de Estado, que une a todos los partidos y a todas las ideologías.
(*) Abogado, periodista y profesor universitario
