
El político panista y ex diputado local fue asesinado pasado sábado 29 de febrero, en el Ajusco. Hasta el momento, se desconoce el móvil del crimen y la identidad del probable o probables responsables.
Por Mario Rosales Betancourt (*)
Foto: Twitter
Un homicidio más en la Ciudad de México es solo un dato para las no confiables estadisticas, el de nuestro amigo: Fernando Palma Gómez.
Nos duele a quienes tuvimos la fortuna de conocerle y convivir con él, pero afecta a toda la sociedad. Comprometido con la vida política, desde su militancia panista, era un gran conocedor de la problemática nacional y un agudo crítico. Abierto al debate de ideas, fue diputado y un gran activista.
Ahora, exigimos que no por haber sido hombre —cuando parece que por el momento solo se preocupan por los feminicidios— sea uno más de los casos que no se aclaran, y por ello obviamente no se castigan.
Todos los crímenes (de hombre y de mujeres, de ricos y de pobres, de militantes de todos los partidos y de apartidistas, de simpatizantes o adversarios al gobierno) todos, absolutamente todos, deben se ser esclarecidos y castigados.
No porque exista la presión del PAN, no porque se trate del hermano del presidente de la Comisión Bancaria y de Valores, el asesinato de Fernando Palma tiene que tener la consecuencia necesaria del estado de derecho, que es que si alguien comete una conducta tipificada como delito, se le debe aplicar la sanción que establece la ley.
(*) Abogado, periodista y profesor universitario

No podemos seguir dejando que este gobierno siga en la impunidad con la complicidad de panistas y priístas que abandonan a su gente urge hacer algo por políticos y funcionarios en riesgo.
Me gustaMe gusta