Un plagio y dos autonomías en peligro: la de la UNAM y la de la SCJN

Si el presidente confiesa que no es objetivo con respecto a la ministra Esquivel; obvio, la ministra tampoco es objetiva (imparcial) en los asuntos del presidente

Por Mario Rosales Betancourt

Imagen ilustrativa: Reforma

La UNAM es la institución más celosa de su Autonomía; y la Suprema Corte de Justicia, la que más requiere de su Autonomía, para ser imparcial, al tomar sus resoluciones.

El presidente, al tratar de defender a la que confesó es su cercana amiga (al grado de no ser objetivo con ella), realmente en lugar de ayudarla, la perjudicó.

Al no ser asunto suyos los temas de la tesis de la ministra Esquivel y el de la elección del nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia, solo debió haber dicho que respeta las autonomías, tanto de la UNAM cómo de la Corte, y que, por ello, se abstendría de hacer algún comentario.

Pero no pudo callar y hasta cantó, porque con ello, ahora la ministra, por ser amiga cercana, tendría que excusarse de participar en los asuntos que sean de interés de su amigo.

Aunque el pretexto dicho por el presidente de que otros han hecho cosas peores es inválido, lo de la tesis, sí es un acto menos grave y menos dañino que el de ser una ministra totalmente parcial y venal, al servicio del presidente. Esto se demuestra con sus votos como ministra, siempre coincidentes con la postura del presidente López Obrador, o sea, son plagios de las ideas lopezobradoristas.

Con esa falta de objetividad, entre el presidente y la también esposa de su amigo cercano Riobóo, queda al descubierto, que quien está impulsando la candidatura para que la ministra Esquivel sea la presidenta de la Suprema Corte de Justicia es el Presidente de la República. Si esto sucede, sería el fin real de la Autonomía del Poder Judicial Federal.

En lo que también se equivocó el presidente es en decir que el asunto de la tesis lo tiene que resolver el poder judicial, y no es así, porque si bien se podría configurar el delito de plagio, actualmente castigado con cárcel de 6 meses a 6 años, este delito por la fecha de la tesis, ya prescribió.

Entonces corresponde a la UNAM, imparcial y objetivamente, establecer si el trabajo de tesis presentado en la entonces ENEP Aragón es una obra original que cumplió con los requisitos de fondo y forma, que exige la legislación universitaria o no.

De entrada, la máxima casa de estudios del país determinó este 23 de diciembre que «existe un alto nivel de coincidencias» entre la tesis de licenciatura que presentó Yazmín Esquivel en 1987 y la que sustentó un alumno de la Facultad de Derecho en 1986.

La Universidad Nacional Autónoma de México no debe dejarse presionar al tomar su resolución. Esto es importante porque también, en este ya muy próximo año, habrá sucesión en la UNAM, y en ella no debe intervenir el presidente de la República.

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