El argumento de que ella fue la plagiada acepta la similitud de las tesis, y no explica cómo la asesora de ambas tesis no se dio cuenta

Por Mario Rosales Betancourt
Imagen superior: Twitter
Finalmente, con fecha de Navidad, salió la respuesta de la ministra Yasmín Esquivel, la cual, por su tardanza y por lo ya conocido, da lugar a muchas dudas.
En cambio, lo que no deja lugar a ninguna duda, es la amistad incondicional entre ella y el presidente de la República. Esto vuelve inconveniente que la ministra Esquivel presida la Suprema Corte, ya que ella carecería de la imparcialidad que debe existir en una real división de poderes.
El argumento de que ella fue la plagiada acepta la similitud de las tesis, y no explica cómo la asesora de ambas tesis no se dio cuenta.
Tampoco explica por qué el alumno de la Facultad de Derecho se tituló antes.
Además, hay cuestiones que no son ciertas, como la de que se tituló con un «reconocimiento especial», calificación que no existe, ya que solo hay «aprobado con mención honorífica’ y «aprobado», y no esa de «reconocimiento especial».

Pero algo mucho más grave que si hay plagio o no de la tesis, o que si ella la hizo o se la hicieron, es que hay una amistad entre la ministra y el presidente de la República. La defensa que hizo el titular del Ejecutivo federal de su amiga ministra demuestra que que es una amistad contraria a la objetividad. Baste decir, por ejemplo, que López Obrador no se refirió a ella por su apellido, sino por su nombre de pila: Yazmín. El presidente utilizó incluso una frase bíblica para defenderla.
Con ello quedó evidenciado que la pretensión del presidente López Obrador es la de hacer con la Suprema Corte de Justicia lo que hizo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos: imponer a una presidenta que le sea absoluta y totalmente incondicional.
En su comunicado, la ministra Esquivel, no solo no se baja de la contienda, sino que reitera que sigue luchando por la Presidencia de la Suprema Corte, la cual encabeza al mismo tiempo el Consejo de la Judicatura, que es el órgano de control de todo el poder judicial federal.
Sería terrible que alguien tan incondicional y parcial a favor del Ejecutivo Federal, como lo es la ministra Esquivel, presidiera la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura.
