A Putin, como a todas las generaciones de soviéticos y rusos, después de la Segunda Guerra Mundial, les metieron en sus cabezas que Rusia había derrotado a Alemania. La guerra fue mundial porque el mundo se le abalanzó a Alemania

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, cifra sus aspiraciones de poder mundial en concepciones históricas y económicas falsas, afirma el General de División Diplomado de Estado Mayor retirado, Roberto Badillo Martínez.

Entrevistado en exclusiva, asegura que el mundo, y no Rusia, fue el que le ganó la segunda guerra a Alemania; por lo tanto, la comparación que hace Putin del poderío bélico soviético que intervino en ese conflicto con el que tiene actualmente la Federación Rusa es incorrecta.

En lo económico, el militar mexicano señala que Rusia, aun con el apoyo de China, dista mucho de tener el poderío de Estados Unidos y sus aliados.

Desde su perspectiva, Putin fracasará en su intento de recuperar la magnitud del imperio soviético.

En cuanto a México, dice que ha carecido de una definición como la que asumió el entonces presidente Adolfo López Mateos cuando la crisis de los misiles.

General: estamos a punto de que se cumplan trece meses de la invasión rusa a Ucrania. En ese contexto, el presidente ruso, Vladímir Putin, insiste en que la victoria será para las tropas de su país. ¿Cómo interpreta la postura del actual jefe de Estado ruso?

A Putin, como a todas las generaciones de soviéticos y rusos, después de la Segunda Guerra Mundial, les metieron en sus cabezas que Rusia había derrotado a Alemania. Tú sabes que eso no es cierto. La guerra fue mundial porque el mundo se le abalanzó a Alemania.

Fíjate bien: no solo fueron los Estados Unidos con todos los recursos de América. También fueron Inglaterra y Francia, que movilizaron no solo a sus propios soldados, sino que utilizaron los recursos de sus colonias. En fin, tú sabes cómo fue.

Por eso Putin se siente invencible en el campo de batalla, como lo acaba de decir hace unos días; porque, como millones de rusos, cree que ellos derrotaron a Alemania. La derrotó todo el mundo.

Arriba a la izquierda: Conferencia de Yalta. (Foto: Wikipedia). Abajo a la izquierda: Conferencia de Potsdam. (Foto: Deutsche Welle). A la derecha: alegoría que muestra a soldados de Estados Unidos y la Unión Soviética saludándose después de derrotar a Alemania. (Imagen: Agencia Sputnik).

Putin quiere volver a los tiempos de la Unión Soviética. Pero revisemos qué pasa en Europa actualmente. Los países que integraron la URSS —aun los más cercanos— no quieren nada con Rusia. Han subido más en su nivel de vida que cuando fueron soviéticos.

Solo volverían a ser rusos por la fuerza, y tú sabes lo que eso significa; son varios países que están en esas condiciones. Te hablo, por ejemplo, de Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y de la misma Ucrania.

Otro tipo de países que no fueron forzados a ser parte de Unión Soviética, como los de los Balcanes, fueron entregados a otro dictador comunista, Josip Broz Tito. Esas naciones constituyeron la hoy desaparecida Yugoslavia. Pues bien, en libertad están mil veces mejor que bajo el régimen comunista.

Rumania, que no formó parte del régimen de Tito, igual está mejor no siendo comunista que como lo estaba con su dictador Nicolae Ceacescu, quien era un sangriento operador de Moscú.

Putin sueña con lo que perdió la Unión Soviética al desintegrarse en 1991; pero solo ve lo que le conviene y soslaya las debilidades de aquel gigantesco imperio comunista.

Hagamos comparaciones, Jorge. Empecemos con el Producto Interno Bruto (PIB) de 1989, año en que Leonid Brezhnev invadió Afganistán, invasión que aceleró, a final de cuentas, la desintegración de la URSS.

Te decía, en 1989, el país con mayor PIB a nivel mundial era Estados Unidos con casi 6 billones de dólares (de aquella época). El segundo lugar lo ocupaba Japón, con poco más de 3 billones de dólares y el tercero, la URSS con 2.6 billones de dólares.

Visto así, el PIB de la URSS en 1989 era considerable, pero Rusia —eje rector de la economía soviética— tenía un PIB inferior a los 507 mil millones de dólares. Todas estas cifras se pueden comprobar.

Volvamos a 1989. En aquel año, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas tenía una superficie de 22 millones 400 mil kilómetros cuadrados, que equivalía a una sexta parte de la superficie terrestre (la que ocupan los cinco continentes). ¡Imagínate lo que eso significa!

La superficie de la URSS era 2.5 veces mayor que la de Estados Unidos y cincuenta veces más grande que la de Japón (país que fue arrasado en la Segunda Guerra Mundial).

Vamos a analizar, a continuación, el PIB per cápita. Tomemos, otra vez, los datos de 1989.

En ese año, el PIB per cápita de Estados Unidos fue de casi 23 mil dólares y en la Unión Soviética, ascendió a poco más de 11 mil 300 dólares. El diferencial fue ¡de más de 11 mil dólares! (Entre paréntesis, este fue el mayor PIB per cápita de la URSS en su historia).

Va otro dato: en 1989, el PIB per cápita en Japón fue de casi 25 mil dólares (superior en mil 500 dólares, más o menos, al de Estados Unidos).

¿Y de cuánto fue el PIB per cápita de Rusia en 1989? De 3 mil 430 dólares, aproximadamente.

Revisemos a continuación, si me lo permites, el PIB de Estados Unidos, Japón, la Unión Soviética y Rusia en 1991 (año en que se disolvió la URSS).

El PIB de EE.UU. en ese año fue superior a los 6 billones 100 mil millones de dólares; el de Japón, de más de 3 billones 500 mil millones de dólares; el de la URSS, de casi 2 billones 800 mil millones de dólares y el de Rusia, de casi 520 mil millones de dólares. Las cifras son más que elocuentes.

Revisemos, ahora, el PIB per cápita de 1991: el de Estados Unidos superó los 24 mil 300 dólares; el de Japón rebasó los 28 mil 900 dólares; el de la URSS fue de alrededor de 10 mil 300 dólares y el de Rusia, de casi 3 mil 500 dólares.

Invito a quienes te leen, Jorge, a que verifiquen estos datos. He dado cantidades muy aproximadas que resisten cualquier estudio serio.

¿Qué conclusiones saca de lo anterior, General?

Primero, que las economías libres rebasaron, con mucho a la de la URSS. Ve: Estados Unidos (que tenía menos territorio que la Unión Soviética,) producía más riqueza que esta.

El caso de Japón es incuestionable. Comparemos: en 1991, Japón, que sufrió dos bombardeos atómicos a finales de la Segunda Guerra Mundial y cuya superficie —hablo de 1945 en adelante— no llega a los 400 mil kilómetros cuadrados (contra los 22 millones 400 mil kilómetros cuadrados que llegó a tener la URSS) superaba con mucho a la Unión Soviética en materia económica.

Me permitiré hacer otra comparación: el territorio de la Federación Rusa, desde el 25 de diciembre de 1991, es 36 veces mayor que el de Japón.

Por otro lado, es notorio que Rusia se benefició de los países a los que sojuzgó con el sistema socialista soviético.

La economía rusa ha aguantado casi trece meses de guerra con Ucrania, General.

Te reitero lo que alguna vez te dije: la Rusia actual no es una potencia económica. Comparémosla con Holanda, también conocida como Países Bajos.

Holanda tiene una superficie de poco más de 21 mil 540 kilómetros cuadrados y una población de casi 17 millones 600 mil habitantes. Su PIB en 2021 fue de más de un billón de dólares, y su PIB per cápita, de 57 mil 767 dólares.

El PIB de Rusia en 2021 fue de 1 billón 779 mil millones de dólares y el PIB per cápita ruso fue de 12 mil 194 dólares.

Tomemos en cuenta, sin embargo, que Rusia tiene 17 millones de kilómetros cuadrados y que Holanda no llega a los 22 mil kilómetros cuadrados.

La población de Rusia es de 143 millones y la de Holanda, de 17 millones. ¿Qué te dice esto? Que los holandeses tienen mejor calidad de vida que los rusos.

Putin ha expresado que, después de esta guerra, Occidente ya no podrá imponer su modelo económico al mundo; él está rotundamente equivocado.

Después de un año de guerra, Occidente está más fortalecido que Rusia. Toda Europa, con excepción de Rusia, se alineó con Estados Unidos. Serbia y Croacia mantienen una postura ambivalente. Pero es innegable que su prosperidad se la deben a la Unión Europea.

Además de Europa, se han alineado con Estados Unidos países como Inglaterra —que abandonó la Unión Europea—, Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Filipinas. Casi todo el sureste asiático debe su desarrollo al comercio con Occidente.

¿A cuánto asciende el PIB acumulado de los países que apoyan a Estados Unidos? Te puedo decir, conservadoramente, que es superior a los 60 billones de dólares. El de Rusia, es menor al billón 800 mil millones de dólares. ¡No hay punto de comparación!

¿Qué países americanos orbitan en torno a Rusia? Cuba, Nicaragua, Venezuela y Argentina. Los comunistas que los gobiernan son como rabanitos: rojos por fuera, pero muy blancos y vividores por dentro.

¿Cómo se atreve Putin a decir que Occidente ya no seguirá llevando la vanguardia del mundo? Ahora quiere sumar a China. Ella, por cierto, no quiere estar en ese bloque. Pero vamos a sumarla a Rusia. También, a Cuba, Corea del Norte, Venezuela y a otros países comunistas. Su PIB acumulado apenas llega a 20 billones de dólares. (Tan solo el PIB de Estados Unidos en 2021 fue superior a los 23 billones de dólares).

Ahora, agrega la ciencia y tecnología de Occidente y la diferencia se hace aún más abismal.

Ya para terminar, recuerdo la postura de México en la crisis de los misiles. En octubre de 1962, el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, paró en seco al dictador soviético de ese momento, Nikita Salomón Kruschev.

Kennedy no sólo impidió que los barcos rusos cargados de armas llegaran a Cuba, sino que obligó a Kruschev a regresar a la URSS los arsenales que ya estaban emplazados en la isla.

En esa situación, el presidente mexicano, Adolfo López Mateos, dijo algo parecido a lo siguiente: “México está con las democracias occidentales”. Esto fue muy significativo porque, en su juventud, perteneció a los movimientos socialistas.

De hecho, López Mateos fue comandante de un batallón de jóvenes socialistas en un desfile que tuvo lugar en la Ciudad de México. Nadie duda de que fue influenciado por dos ideologías: la de la Revolución Mexicana y la del socialismo que se inculcaba en la Universidad.

Es cierto que defendió a Cuba en la Organización de Estados Americanos; pero también lo es que, como gran patriota, combatió a los comunistas internos, a los que calificó como utópicos y demagogos.

Y lo que hizo López Mateos por México en el ámbito mundial ha sido lo más notable, quizá, de los gobiernos de la revolución; aunque Luis Echeverría se distinguió también en esto. Pero ese ejemplo de definición en un momento de crisis mundial no lo hemos tenido ahora.