Pobre México; perdió sus valores y está en poder de los buitres políticos

Por Jorge Santa Cruz

Imagen ilustrativa

Las elecciones en los estados de México y de Coahuila exhibieron, una vez más, que la democracia en nuestro país es una ficción.

La fuerza del electorado es manipulada a placer por los vividores de la política que, cual buitres, se reparten los despojos de una nación que renunció a sus valores religiosos y cívicos con tal de ser democrática.

El declive de México, que parece ser definitivo, se hizo evidente cuando la alta jerarquía católica traicionó al movimiento cristero, y se aceleró cuando el modernismo se apoderó de la Iglesia católica tras la muerte del Papa Pío XII.

La descatolización creciente de la Iglesia puesta en marcha por el Concilio Vaticano II corre de manera paralela a la pérdida de la verdadera Fe en México.

Las tres virtudes teologales ―Fe, Esperanza y Caridad― fueron paulatinamente sustituidas en México por la envenenada doctrina masónica de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Libertad: se promueve la negación de Dios y se justifica la persecución de los creyentes; se puede desacatar a la Santísima Trinidad, pero no desobedecer a las logias ni oponerse a las leyes civiles inicuas que preparan una república universal.

Igualdad: los seres humanos serán ―el proceso está en marcha― individuos privados del sentido de trascendencia que es inherente a la religión, la nación y la patria. La masonería quiere quitarnos la dignidad de personas (hechas a imagen y semejanza del único Dios verdadero, uno y trino) para convertirnos en simples individuos sometidos a férreos controles políticos, económicos, sociales y sanitarios.

Fraternidad: somos para la masonería simples seres biológicos, menos valiosos que el medio ambiente y las especies en peligro de extinción, a los cuales se les protege «de la acción depredadora del hombre». Un huevo de tortuga recibe la protección de leyes nacionales y de convenios internacionales; un embrión humano, en cambio, puede ser asesinado de la manera más vil y despiadada.

El aborto, la anticoncepción y el homosexualismo atentan no solo contra la ley divina, sino contra la preservación de la especie humana. La disminución drástica de la población facilita el control de las masas.

El plan masónico puede sintetizarse de la siguiente manera: destrucción de las creencias religiosas, en especial del catolicismo; de la familia, de su sistema educativo y de los sentimientos de nación y de patria.

Los mediocres, por eso, están en el poder y ganan elecciones.

Tienen medida la ignorancia de sectores amplios del electorado y lo saben capitalizar. Ellos son los operadores del verdadero poder que está agazapado en las logias.

Dice algún hermoso himno católico: «A Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar». En la medida en que luchemos por recuperar el reinado social de Cristo, en esa misma medida seremos libres, tanto en lo espiritual como en lo material.

Un comentario sobre “Pobre México; perdió sus valores y está en poder de los buitres políticos

  1. Muy acertado su artículo, Jorge. Como siempre, a buena escuela de su señora madre, están la claridad de los conceptos, y la elegancia del estilo. Y en filigrana, su profunda Fe católica y el amor a su patria. ¡Felicitaciones por su articulo!

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