La última será la primera

Por Mario Rosales Betancourt

Gobierno de la Ciudad de México

La última corcholata en registrarse fue Claudia Sheinbaum y fue la única que lo hizo después de un acto apoteósico en el Monumento a la Revolución, donde antes los candidatos priistas a la presidencia (incluso el mismo Luis Donaldo Colosio, en el más célebre de sus discursos) realizaban sus eventos.

En este magno acto político, Sheinbaum claramente dijo que dejaba su cargo para buscar ser la primera mujer en ser presidenta, o sea, se trató claramente de un acto de precampaña, cuando todavía era jefa de gobierno de la Ciudad de México. No dijo que buscaría ser la coordinadora de defensa de la 4T, sino que claramente manifestó su aspiración a ser presidenta. Solo con ver la cantidad de autobuses que se emplearon para acarrear a esa multitud, se evidencia que fue un evento muy costoso. Ello fue violatorio de la Constitución y de la legislación vigente.

Pretende justificar que se trató de un informe, pero los informes legalmente se presentan ante el Congreso de la Ciudad de México y en fechas establecidas. Por lo que no fue un informe, sino un acto de precampaña.

De inicio, se ve la diferencia, por ejemplo, con Marcelo Ebrard, quien (solo después de que le fue aceptada la renuncia y dejó el traje de canciller) se puso su camiseta de corcholata, inició actividades con una conferencia de prensa en el pequeño espacio del salón de un hotel; en cambio, el acto de Claudia Sheinbaum fue cuando todavía era jefa de gobierno de la Ciudad de México, y pese al calor, fue un evento que requirió de una gran y costosa logística, organización y suministros.

Otra cuestión que llamó la atención es que la que tiene el grado académico de doctora se refirió a sí misma como científica, olvidando que el pueblo de México llamaba «científicos», a los miembros del gabinete de Porfirio Díaz.

La fuerza de Sheinbaum, surge de la creencia generalizada, de que «es Claudia» la persona más cercana, afectivamete, al Señor presidente. Y esa creencia es la que hace que la cargada sea a su favor, y la que le permite actuar con mayor impunidad, violando la Constitución y la ley.

Incluso aceptando que la encuesta en sí no es contraria a la legislación, sí lo son los actos anticipados de campaña, y más cuando se realizan en día hábil, por parte de quien todavía era jefa de gobierno y, presumiblemente, usando recursos humanos y materiales, del gobierno de la Ciudad de México

Es evidente, que será presidente o presidenta quien sea el candidato o candidata de Morena, y muy probablemente será Claudia Sheinbaum.

En su caso, el hacer actos ilegales no le afecta porque el criterio de la 4T es que la ley formal no es la ley que debe aplicarse, ya que la única válida es la voluntad del Señor. Así pues, las denuncias por actos anticipados de campaña no le impedirán llegar a la presidencia.

Pero si le afectará en su legitimación y, por lo tanto, en su gobernanza cuando sea presidenta, con lo que se podría afectar lo mas positivo del actual gobierno, que es la estabilidad macroeconómica, las crecientes inversiones extranjeras (en particular el neaershoring), la relativa paz social, etcétera. Situación que se agravaría en caso de que Claudia sea la próxima presidenta y ocurra la ausencia física del hoy presidente y líder López Obrador.

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