Las candidatas de la muerte

Tanto Sheinbaum como Gálvez son partidarias del aborto; sus plataformas coinciden con las de George y Alexander Soros

Por Jorge Santa Cruz

Imagen ilustrativa: Arturo Zaldívar

El presente artículo escandalizará a librepensadores, liberales, feministas, masones, socialistas, anarquistas y comunistas. Estoy consciente de ello.

Sin embargo, lo escribo por dos razones: una, porque ellos saturan los medios formales e informales con toda suerte de contenidos contrarios a la vida y dos, porque también tengo derecho a la libertad de expresión.

Dicho lo anterior, voy directo al tema: el aborto es un crimen de lesa humanidad, no una forma de salud reproductiva. (El embarazo, de entrada, no es una enfermedad).

Es un crimen de lesa humanidad porque mata a un ser cuyo patrimonio genético le es transmitido desde el momento mismo de la concepción. El cigoto es humano. Es un ser diferente al padre y a la madre.

Ninguna madre tiene la misma constitución genética de sus hijos. Es falso, pues, que el cigoto y luego, el embrión, formen parte del cuerpo de la madre. Son cuerpos distintos.

El aborto, disfrazado de «interrupción legal del embarazo», es un asesinato, legalizado, pero al fin y al cabo, un asesinato. Y la víctima es la más indefensa. Los supuestos derechos humanos velan por la integridad de todos los criminales, aun de los más sanguinarios y perversos.. Se desentienden, sin embargo, de los derechos de los no nacidos. (Vale más un huevo de tortuga que un cigoto humano).

Abortos legales en México (2007-2022). Tomado de Statista

El aborto es un atentado, también, contra la Patria, ya que la priva de su principal riqueza: su gente.

Son las personas las que producen riqueza; ni los metales más preciosos ni las divisas o las criptomonedas sacian el hambre. El verdadero pivote de cualquier economía es el trabajo.

Las élites, dedicadas a la usura, la especulación y el robo lo saben y, por eso, imponen el control natal (anticoncepción y aborto), el divorcio, el homosexualismo (por estéril), las adicciones (que roban la capacidad que tienen las personas de gobernarse a sí mismas de manera responsable) y la violencia criminal.

Esas élites saben que los controles mencionados aceleran el envejecimiento de la población y vuelven a los países más dependientes de ellas. Entre menos jóvenes, menos fuerza productiva, menos patentes nacionales, menos prosperidad; en cambio, más ancianos, más préstamos, más intereses, etc.

Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. Foto: Facebook

En el caso de México, cualquiera de las hoy precandidatas presidenciales, Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, acelerará las políticas demográficas basadas en el aborto, la anticoncepción y el homosexualismo en cuanto asuma el poder el 1 de octubre de 2024. Son las candidatas de la muerte. Y de los globalistas como George y Alexander Soros, Bill y Melinda Gates, Barack y Michelle Obama, Bill y Hillary Clinton, los Rockefeller, etc.

Neoliberales y comunistas han dilapidado el bono demográfico mexicano. ¿Qué pasará con nuestra Patria cuando el sector mayoritario sea el de los ancianos? ¿Y cuando los jóvenes mexicanos sean menos que las fuentes de empleo y/o cuando carezcan de las competencias laborales necesarias para ser contratados de manera digna?

Le dejo la respuesta, amable lector.

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