AMLO, fiera herida que se sabe en peligro

El presidente no sabe qué más le saben en Washington y Nueva York

Por Jorge Santa Cruz

Imagen: Captura de pantalla

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reacciona como fiera herida porque ignora qué más saben de él, de su familia y de sus colaboradores cercanos en los Estados Unidos.

Eso explica, en parte, que haya hecho público el número telefónico de la jefa de la corresponsalía de The New York Times en México.

Lo hizo, también, por congruencia con su talante autoritario y soberbio.

Por eso le dijo hoy a la reportera de Univisión, Jessica Zermeño, que por encima de la ley de transparencia están la autoridad moral, la autoridad política y la libertad.

El debate suscitado la mañana de este viernes 23 de febrero en el Palacio Nacional de la Ciudad de México duró poco más de 31 minutos. Su contenido es muy revelador. Leamos apenas una pregunta de la periodista Zermeño y la respuesta que le dio López Obrador:

Jessica Zermeño: Entonces, ¿por encima de cualquier ley está la moral que usted establezca para su gobierno?

Presidente Andrés Manuel López Obrador: No puede haber un reglamento, no puede haber ninguna ley por encima de un principio sublime, que es la libertad. Prohibido prohibir.

Presidente autócrata

La Real Academia Española establece que la palabra «autócrata» se aplica a la «Persona que ejerce por sí sola la autoridad suprema de un Estado. Se daba especialmente ese título al emperador de Rusia».

López Obrador se confirma, pues, como lo que es: un autócrata.

Un autócrata que ha propuesta en fechas recientes más de 80 reformas a la constitución mexicana, la cual consta de 136 artículos.

Con esas reformas pretende someter al poder judicial y endurecer su dominio sobre el legislativo.

Pobreza argumentativa

El presidente de México dice que está prohibido prohibir; ese planteamiento anarquista justifica lo publicado por The New York Times.

López Obrador dice que no puede haber reglamentos o leyes por encima de la libertad. Será que por eso, durante su gobierno, se han cometido más de 180 mil asesinatos dolosos y se ha denunciado la desaparición de 43 mil personas.

Aristóteles explicó que el ser humano ─por naturaleza─ vive en sociedad, la cual necesita de un poder político y de las leyes humanas para subsistir.

La declaración de AMLO en el sentido de que la autoridad moral, la autoridad política y la libertad están por encima de las leyes constituye una seria amenaza a la sociedad mexicana y a las libertades individuales de los mexicanos. Argumentemos por qué:

  1. Sin leyes no subsiste la sociedad.
  2. El que la autoridad política se coloque por encima de las leyes, o las descalifique y/o las abrogue atenta contra el bien común.
  3. Por lo tanto, las libertades se les reconocen únicamente al autócrata y a los integrantes de su camarilla. (Cualquier similitud con la Rusia de Putin o China de Xi no es coincidencia).

Hasta el momento, ningún medio estadounidense le ha comprobado nada; y el gobierno de Biden ha negado en dos ocasiones que investigue al presidente mexicano.

Las filtraciones internas que han exhibido presuntos actos de corrupción y nepotismo de familiares de López Obrador no han prosperado judicialmente porque el presidente ha utilizado su inmenso poder para impedir que prospere cualquier investigación imparcial.

López Obrador tiene control interno, pero no lo tiene en Washington o Nueva York. No sabe que más le saben allá. Esa incertidumbre lo ha descompuesto tanto que ha reaccionado como fiera herida.

Pronto ─es previsible─ sufrirá otra sacudida; quizá más intensa. Lo peor de todo, es que su prepotencia perjudica al país entero, puesto que lo expone a las represalias de Estados Unidos y compromete la estabilidad interna de la nación.

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