Se dispone América del Norte a encarcelar al pensamiento

Las guerras en Europa del Este y en Medio Oriente son utilizadas como distractores por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México para adelantar en sus planes de controlar las mentes de los habitantes de la región

Por Jorge Santa Cruz

Imagen ilustrativa: Stevepb | Pixabay

Situación en Estados Unidos

Una comisión bipartidista logró que la Cámara de Representantes aprobara, el pasado 13 de marzo, la Ley de Solicitudes Controladas para Proteger a los Estadounidenses de Adversarios Extranjeros, también conocida como Ley TikTok.

La mayoría de los medios de comunicación se conformó con presentar la información sin profundizar en su significado.

Uno de los pocos analistas que se ha atrevido a denunciar los riesgos extremos de la Ley TikTok es Daniel McAdams, quien asegura que es todavía más peligrosa para la libertad de pensamiento y de expresión que la Ley Patriota de George W. Bush (promulgada en 2001 a raíz de los atentados de Al-Qaeda contra objetivos civiles y militares de los Estados Unidos).

McAdams afirma que la Ley TikTok otorga al presidente de los Estados Unidos «… el poder de eliminar, sin el debido proceso, cualquier sitio web, computadora o aplicación móvil, o incluso proveedor de servicios que el presidente determine».

Según la comisión bipartidista, este poder discrecional permitirá al presidente de los Estados Unidos (quienquiera que sea) «defender» a sus ciudadanos de contenidos controlados por personas o entidades extranjeras declaradas como adversarias de los Estados Unidos. Dicen, por ejemplo, que China puede utilizar la aplicación de TikTok para espiar a la población y a las instituciones estadounidenses.

El periodista estadounidense de izquierda, Glenn Gleenwood, alerta, por su parte, en el sentido de que la Ley TikTok busca imponer el pensamiento único. En un mensaje publicado el 14 de marzo en la red social X, antes Twitter, expone lo siguiente:

Exactamente. El proyecto de ley TikTok es cómo funciona la erosión de los derechos siempre, siempre, siempre:

Elija un objetivo para empezar que todos odien o teman, de modo que todos se unan para apoyar, [para que] nadie quiera defender.

Entonces se sienta el precedente, de modo que cuando se expanda hacia adentro, ya nadie podrá oponerse.

La Ley Tiktok es tan autoritaria, que el senador Rand Paul (republicano) escribió en la red social X, antes Twitter, que «Emular al comunismo chino no es la forma de combatir al comunismo chino».

El caso de Canadá

El parlamento canadiense podría aprobar en breve la Ley de Daños en Línea o Proyecto de Ley C-63, la cual prevé restringir aún más la libertad de expresión.

Jonathan Turley explica que es «un nuevo cambio que permitiría la imposición de cadena perpetua a quienes publiquen opiniones consideradas a favor del genocidio. Con un movimiento creciente que califica la guerra de Israel en Gaza como “genocidio”, el alcance potencial de tal ley es fácilmente evidente».

En la actualidad, dice Turley, las personas que promueven el genocidio pueden ser sancionadas a cinco años de cárcel. Si la nueva ley es aprobada, entonces podrían pasar toda la vida tras las rejas.

Turley agrega que dicha ley «También aumenta la pena por la promoción deliberada del odio (un delito peligrosamente mal definido) de dos años a cinco años».

La censura en México

El Congreso de la Ciudad de México aprobó el 5 de marzo el dictamen con modificaciones a la iniciativa para modificar la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, a fin de considerar como formas de discriminación las conductas basadas en los conceptos de nazismo, fascismo y racismo.

La diputada morenista y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del congreso de la CDMX, Marisela Zúñiga Cerón, define al fascismo y al neofascismo como “una ideología, un movimiento político y una forma de gobierno de carácter totalitario, antidemocrático y ultranacionalista. Se caracteriza por apoyar el supremacismo blanco, el racismo, la discriminación a las personas judías, musulmanas, migrantes y de las poblaciones LGBTTTI”.

El nazismo y neonazismo son presentados, como una “ideología que incorpora un ferviente antisemitismo, racismo y la eugenesia. Es una forma de fascismo que busca emplear su ideología para promover el hostigamiento, la opresión, el odio, la discriminación y la violencia contra las minorías”.

El racismo es definido jurídicamente “es una forma de opresión que se basa en la idea de raza y etnicidad como construcciones históricas que asignan valor al fenotipo, a la apariencia física, al tono de la piel, al lugar de origen, la pertenencia étnica u otros atributos relacionados con el fenotipo o la cultura de una persona o un grupo de personas. El racismo deriva en discriminación cuando con base en prejuicios, estereotipos y estigmas racistas se ponen en marcha acciones u omisiones que niegan o limitan los derechos, oportunidades y trato igualitario de personas o grupos”.

El comunicado 443 del Congreso de la Ciudad de México añade lo siguiente:

Adicionalmente, serán consideradas como formas de discriminación la bifobia, homofobia, lesbofobia, transfobia, misoginia, y cualquier manifestación de xenofobia, racismo, antisemitismo, nazismo, neonazismo, islamofobia y aporofobia.

En este sentido, se entenderá como conducta discriminatoria publicar, circular, difundir o diseminar, por cualquier forma o medio de comunicación, cualquier mensaje que promueva o incite el odio, la violencia, la discriminación, el nazismo, neonazismo, fascismo y neofascismo, o que apruebe, defienda o justifique actos que constituyan o hayan constituido genocidio o crímenes de lesa humanidad, o promueva o incite a la realización de tales actos.

En conclusión: la libertad de pensamiento y, por ende, la libertad de expresión corren grave peligro en Estados Unidos, Canadá y la Ciudad de México (donde Morena, el partido de López Obrador, aprueba o modifica leyes con el fin de medir la reacción de la oposición y de la opinión pública antes de imponerlas ─valiéndose de su mayoría simple y de las traiciones de diputados y senadores opositores─ a nivel nacional).

Los que mueven los hilos de esta maniobra pretenden imponer el pensamiento único, acrítico, desinformado, deformado y sumiso con el apoyo de los sistemas educativos, de los comunicación masiva y de la propaganda política de izquierda de los tres países. Aprovechan las actuales guerras en Gaza y Ucrania para distraer la atención de los ciudadanos de América del Norte. (La región supera los 600 millones de habitantes).

En síntesis: el estado profundo se vale de sus operadores en México, Estados Unidos y Canadá (donde sus actuales gobiernos se definen como «progresistas») para convertir a América del Norte en una cárcel del pensamiento. Luego lo hará en otras partes del continente americano y del mundo.

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