Permitir que abogados recién titulados sean jueces generaría nuevas formas de nepotismo y amiguismo en el poder judicial

Por Mario Rosales Betancourt
Imagen ilustrativa: Gobierno de México
En lugar de aceptar, propuestas sensatas, que mejorarían y corregirían la reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador, este tiene otra ocurrencia, que evidentemente la empeora: los jueces no tengan experiencia y sean recién egresados porque salen con entusiasmo, ideales y mística, que luego con la experiencia la pierden.
En primer lugar hay muchos titulados que no tienen ni los más elementales conocimientos, ni ideales, ni mística, ni nada.
Hay instituciones de alta calidad, como la UNAM y la UAM entre otras, en las cuales, se forma en general a profesionales del derecho con calidad y mística para ser útiles a la sociedad. Pero hay otras, principalmente privadas, que forman a profesionales, con alta calidad profesional, pero solo para hacer de la carrera un negocio lucrativo en su beneficio; por ello, en general, no tienen mística e ideales. Y finalmente, son muchos, y cada vez más, los egresados con título, de escuelas de muy poco nivel académico, donde muchos egresan sin saber, y no tienen mística, ni vocación de servicio.
Con la nueva propuesta, titulados sin conocimientos, y por lo mismo que no consiguen trabajo en ningún lado, van a poder ser jueces; o sea, será la oportunidad de pagar favores o de colocar a familiares y amigos de la 4T. Por lo tanto, habrá un nuevo nepotismo y amiguismo en el poder judicial.
Se terminará con el servicio judicial de carrera, en el cual cuentan el conocimiento, el trabajo realizado y la experiencia. Es como si en una carrera de automóviles, los corredores que lleguen primero no pueden subir al podio porque hacerlo depende de una elección popular.
AMLO se pregunta, hasta con ironía, si es muy compleja la impartición de justicia; para él tener ideales y mística equivale a pensar como la 4T y apoyarla. Para ello no se necesita conocimiento, ni experiencia para ser un juzgador; basta con que rechacen sin necesidad de estudio o análisis jurídico todas las acciones legales contra el gobierno. Y basta con seguir la línea indicada por la 4T, a la que le deberá su cargo, y solo a ese poder se debe someter porque representan al pueblo.
Al que no tiene experiencia y no sabe solo le queda la obediencia ciega, pues el que obedece no se equivoca. Pero un poder judicial así, integrado por personas sin experiencia ni conocimientos jurídicos solo servirá a su amo el gobierno. Será útil a la 4T, pero no a la sociedad, la cual carecerá un órgano imparcial y profesional para su defensa.
