La aprobación de la Reforma Judicial beneficiará a la camarilla del poder; pero profundizará la división nacional

Por Mario Rosales Betancourt
Imagen ilustrativa:
Dice el Evangelio de San Mateo: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, una casa dividida contra sí misma, cae.» .
Los muy lamentables hechos en el Senado evidencian que la iniciativa de Reforma Judicial está agravando el divisionismo que existe entre partidarios y adversarios de quien detenta el poder.
El senador Yunes Márquez traicionó a sus electores, que le votaron para que fuera oposición; y con ello la reforma judicial venció, pero no convenció a muchos. Un voto puso en vilo a nuestra democracia y a nuestra República.
Por ello, con la reforma judicial ya aprobada, hoy los mexicanos estamos más divididos que nunca. Lo vimos dentro y fuera de las sedes del Senado. Lo vivo en las universidades donde soy profesor. Lo sufro con amigos y familiares. Me duele verlo en los centros de reunión, en las calles y en las redes informáticas; en todos lados y en todos los niveles.
Subió de tono y ya se convirtió en estentóreo y muy violento; pero, sobre todo, muy doloroso para los más de los mexicanos, para los que queremos un México justo y pacifico.
Para una parte, es el mejor presidente del mundo; el mejor también de la historia de México; pero para otra parte, el más nefasto gobernante. No importa qué parte es más grande, y qué tan grande es.
El pueblo, por definición, es un conjunto que abarca a TODOS. Pueblo significa el conjunto y solo se da en la totalidad, y no es la totalidad la que apoya la reforma judicial.
La verdad es que lo más importante es la paz. La política es un arte que permite llegar a acuerdos con los adversarios, de lograr consensos, de promover la unidad; cobijados todos bajo la misma bandera. Y todos construyendo un México con mayor igualdad, libertad, seguridad y justicia.
Ganaron Morena y sus filiales. Salió la Reforma Judicial, tal como lo deseó el presidente López Obrador; pero será un triunfo pírrico, esto es, ganan, pero con muchos costos, costos que no solo pagará Morena, sino la Nación entera.
