El próximo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana anunció que tendrá a su cargo una Subsecretaría de Inteligencia e Investigación que combatirá todos los delitos, sean del fuero federal o del fuero común

En nuestro anterior artículo afirmamos que la decisión de privar a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) de la dirección de las operaciones de la Guardia Nacional (GN) tiene el propósito de desaparecerla en el mediano plazo y dejar como única instancia a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) que estará a cargo de Omar García Harfuch, a partir del próximo martes.

Dijimos, además, que la Fuerza Aérea y la Marina también serán liquidadas, a fin de que la SSPC y la GN asuman el control de la seguridad nacional.

García Harfuch, quien fue empleado del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna ─próximo a recibir sentencia en Nueva York, por delitos relacionados con el narcotráfico─ afirmó que la GN es indispensable.

El comunicado número 91 del Senado de la República, fechado el 25 de septiembre, resumió la participación de García Harfuch en el debate que concluyó con la aprobación de la reforma a la GN. Leamos:

Por Morena, Omar García Harfuch destacó que ante las condiciones de algunas comunidades ─que no cuentan con policías suficientes─, y el poder de fuego de la delincuencia organizada, se requiere forzosamente a la Guardia Nacional para lograr la pacificación del país. Un retroceso en la consolidación de esta institución ─advirtió─, implicaría empezar de cero en la construcción de un nuevo cuerpo de seguridad.

Dicen que a buen entendedor, pocas palabras. Lo que dijo tácitamente el próximo titular de la SSPC es que el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina son incapaces de pacificar al país.

También dijo entre líneas que el poder de fuego es superior al de nuestras Fuerzas Armadas, lo cual podemos inferir que es absolutamente falso. ¿Por qué? Porque la Guardia Nacional recibe el armamento de la SEDENA.

García Harfuch, quien dejará su escaño en el Senado este 30 de septiembre, atribuyó la crisis de violencia ─que hiere y agota al país cada día que pasa─ a que existen comunidades que carecen de policías suficientes. Esta es una verdad a medias, lo que no dijo es que las corporaciones policiacas están infiltradas por la delincuencia organizada. García Harfuch tampoco dijo que el narcotráfico controla a regidores, ediles, gobernadores…

Planteábamos en nuestro artículo previo la necesidad de que se reconstruya la fuerza policiaca del país; son los policías los que tienen el primer contacto con la población. A ellos les toca prevenir los delitos del fuero común y poner a disposición del Ministerio Público a los presuntos delincuentes.

Dijimos también que la Guardia Nacional debe estar a cargo de la SEDENA, no solo en lo administrativo, sino en lo operativo; y que la GN debe de intervenir solo en caso de que las corporaciones policiacas sean doblegadas por los grupos criminales.

El tema es que García Harfuch dijo más, mucho más, como lo recoge el periódico Excélsior este 26 de septiembre.

Anticipó, por ejemplo, que se creará la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación, la cual se encargará de combatir tanto los delitos federales como los del fueron común. Estamos ante la inminente centralización del poder en la SSPC.

También anunció el fortalecimiento del Centro Nacional de Inteligencia (el antiguo CISEN), mismo que reunirá la información de inteligencia naval, militar y financiera para convertirla en un producto operable. «Operable», sí, agregamos, desde el punto de vista político.

Según Excélsior, García Harfuch (nieto del exsecretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, (relacionado con la matanza del 2 de octubre de 1968), dijo de manera textual lo siguiente:

Tenemos que convertir toda la inteligencia que hay en el país en actos de investigación que se puedan integrar de manera adecuada en las carpetas. Y para ello fortaleceremos aún más, aumentaremos analistas, investigadores de campo y especialistas técnicos.

García Harfuch será el supersecretario del próximo gobierno, el que determinará cómo usar la información de inteligencia militar, naval y financiera.

Sabemos de muy buena fuente que la SEDENA evitaba hacer acto de presencia en el búnker que tenía García Luna en Iztapalapa, durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).

En breve, la SEDENA y la Marina le tendrán que entregar toda su información de inteligencia a García Harfuch. ¡Vaya paradoja!

AMLO y Sheinbaum van muy rápido, mientras que la inmensa mayoría de los mexicanos ve impasible cómo se entrega México al neocomunismo.