Sus complicidades no serán eternas y más pronto que tarde, México, Venezuela y el mundo conocerán las formas en que violentaron los resultados democráticos

Acuso a la cuestionada presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, de entrometerse en los asuntos internos de Venezuela con el fin de consolidar al régimen chavista ─fraudulento y represor─ de Nicolás Maduro.

Es más, la acuso de ser algo más que comparsa de esa tiranía bananera sostenida por el comunismo chino.

Haber enviado a un representante oficial del gobierno de México a la inauguración de un nuevo periodo presidencial de Maduro la hace cómplice absoluta del dictador.

Esa circunstancia, en perspectiva, es lógica, ya que la propia Sheinbaum es una presidente espuria y, por tanto, ilegítima, ya que obtuvo el poder por medio de un gigantesco fraude, quizá el más escandaloso de la historia mexicana.

Gracias al trabajo de Conteo Ciudadano, del abogado penalista Guillermo Hamdan y de La Carpeta Púrpura se conoce la forma en que se operó el fraude en las pasadas elecciones.

Periodismo Sin Compromisos publicó el 2 de enero pasado un reporte especial titulado de la siguiente manera: “Urgente: El régimen y el INE alteraron el 52 % de las actas electorales”, en el que resumieron los principales hallazgos de Conteo Ciudadano y La Carpeta Púrpura, los cuales tienen todas las evidencias físicas y cibernéticas del fraude.

Enumerémoslas:

• El INE cambió el 52 % de las actas originales por actas piratas.
• De manera previa, el INE permitió que se violara la “cadena de custodia” para que se pudiera hacer la suplantación de las actas electorales originales.
• La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei ─una incondicional de Andrés Manuel López Obrador─ permitió que 21 mil “servidores de la nación” (vinculados a los programas sociales clientelares del gobierno lopezobradorista) operaran el fraude en su carácter de presidentes o secretarios de casilla.
• También fue alterado el conteo rápido.
• De manera adicional, el INE, por instrucciones de López Obrador, “infló” el padrón de votantes con 7 millones de migrantes a los que se les dieron credenciales para votar y tarjetas del bienestar (con dinero electrónico).

Conteo Ciudadano y La Carpeta Púrpura aseguran que tienen todas las evidencias físicas del fraude, por lo que la eventual destrucción de la papelería electoral por parte del INE no borraría las huellas del fraude y de los miles de delitos electorales que se cometieron durante su operación.

Ambas instancias afirman haber presentado toda la documentación ante notario público, cuya identidad se mantiene en secreto por razones de seguridad.

Según la investigación de Conteo Ciudadano y La Carpeta Púrpura, la elección ─de haberse conducido por los cauces legales─ habría dado como triunfadora a la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, con el 51.15 % de los votos, contra el 38.22 % obtenidos por Claudia Sheinbaum.

En números concretos, Gálvez habría obtenido 35 millones 760 mil 492 votos contra 26 millones 720 mil 743 de Sheinbaum.

La verdad sale a reducir tarde o temprano. En el caso mexicano, fue gracias al trabajo voluntario de más de 200 especialistas que estudiaron las 170 mil 766 “sábanas electorales” que se pegaron después de que concluyó el conteo en cada casilla y las compararon con las 170 mil 766 fotografías de las sábanas electorales exhibidas por el INE.

Fue y es un trabajo titánico.

En el caso de Venezuela, Maduro sigue escondiendo la documentación electoral. Y no solo eso, sino que intimida, persigue, encarcela, tortura y desprestigia a los opositores que le exigen que transparente la documentación electoral. El dictadorzuelo no lo ha hecho y tomará posesión mañana, 10 de enero, en medio de un dispositivo militar y policiaco asfixiante.

Yo acuso también a Maduro de ser un tirano bananero que necesita de China y de las petroleras prosionistas gringas para seguir en el poder.

Y reitero mi acusación contra Sheinbaum ─y su canciller Juan Ramón de la Fuente─ de avalar el mega fraude chavista orquestado por Maduro. Al reconocer a Maduro, Sheinbaum pretende legitimarse a ella misma. Más pronto que tarde se dará cuenta de que su fantasía ─la cual le debe a Andrés Manuel López Obrador y al financiamiento ilícito, político y criminal─ terminará. Entonces, ella será exhibida como lo que es: una presidente espuria e ilegítima.