Las FF.AA., obligadas a defender a México del totalitarismo

El propósito de Sheinbaum es que Omar García Harfuch convierta a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en la versión «mexicana» de la KGB, la tristemente célebre policía política soviética

Por Jorge Santa Cruz

Imagen ilustrativa: Hazel Cárdenas | Presidencia de la República

En días pasados, trascendió que dos secretarios de despacho ─Omar García Harfuch, de Seguridad y Protección Ciudadana, y el general Ricardo Trevilla, de la Defensa Nacional─ se habían confrontado delante de Claudia Sheinbaum.

La discusión habría ocurrido la mañana del viernes 9 de mayo, durante la habitual reunión del Gabinete de Seguridad en Palacio Nacional.

Se sabe que García Harfuch le reclamó al general secretario que le había devuelto desmanteladas unas oficinas de la Guardia Nacional (GN) instaladas en avenida Constituyentes. Los militares que las ocupaban entregaron el lugar y el mobiliario, pero se llevaron sus equipos de cómputo, mismos que utilizan para llevar a cabo labores de inteligencia.

El asunto dista de ser menor. Le explico por qué: Sheinbaum tiene el propósito de que García Harfuch controle la seguridad y la inteligencia en México, lo cual implica la subordinación de la Defensa Nacional (a la que están adscritas la Fuerza Aérea Mexicana y la Guardia Nacional) y de Marina.

Pero el tema va más allá: la población mexicana quedaría expuesta a abusos de parte de la SSyPC y de la delincuencia organizada. Es un secreto a voces que el régimen está profundamente infiltrado por la delincuencia organizada. García Harfuch y sus sucesores estarían autorizados para actuar también como policías políticos. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana podría convertirse en la versión de la KGB de nuestro país.

Sheinbaum logró que el poder legislativo ─un apéndice del ejecutivo─ aprobara el año pasado una modificación al artículo 21 constitucional que da esa preponderancia a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

El trámite legislativo ─al que no puede llamársele de otra manera─ concluyó el 13 de noviembre de 2024, cuando el pleno del Senado lo aprobó por mayoría absoluta (con la complicidad de la “oposición”).

El comunicado 386 del Senado de la República resumió así las nuevas facultades de la SSyPC:

El proyecto precisa que la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a la secretaría de seguridad pública del Ejecutivo Federal, a la Guardia Nacional y a las policías, en el ámbito de su competencia, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función.

Además, plantea que la SSyPC coordinará y dirigirá la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, auxiliará al titular del Ejecutivo federal en funciones en esta materia y coordinará el sistema nacional de inteligencia en el rubro de seguridad.

También podrá coordinar la colaboración de los tres órdenes de gobierno, a través de sus instituciones de seguridad, quienes deberán proporcionar información que dispongan o recaben en materia de seguridad; la Secretaría de Seguridad, además, podrá solicitar información a las instituciones y dependencias del Estado para identificar y esclarecer hechos presuntamente delictivos.

Y establece que el Sistema Nacional de Seguridad Pública contará con un Secretariado Ejecutivo que, además de emitir bases, acuerdos y lineamientos, podrá realizar las acciones necesarias para homologar estándares y criterios en materia de seguridad, en el ejercicio de las atribuciones concurrentes de los tres órdenes de gobierno.

El siguiente paso dado por Sheinbaum fue enviar a la Cámara de Diputados ─el 13 de febrero de 2025─ dos proyectos: el de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y el de la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad Pública.

Lo que Sheinbaum busca con ambos proyectos de ley (reglamentarios del artículo 21 constitucional modificado a gusto de Sheinbaum y de García Harfuch) es que la SSyPC investigue, coordine y dirija la Estrategia Nacional de Seguridad Pública; que coordine el Sistema Nacional de Inteligencia y ─por si todo lo anterior fuera poco─, que le ordene a las instituciones y dependencias del Estado (léase principalmente SEDENA, GN y SEMAR) que le entreguen su información relacionada con la seguridad y la inteligencia.

Llama la atención que los dos proyectos estén atorados en el legislativo, a pesar de que el oficialismo (cuya mayoría calificada fue construida fraudulentamente, como fraudulenta fue la elección de Sheinbaum) puede aprobarlos con la mano en la cintura. ¿Será que existe una fuerte oposición dentro de las Fuerzas Armadas?

Esa hipotética oposición militar sería lógica por las siguientes razones:

  1. El único mando civil que tienen SEDENA y SEMAR es el de la persona que está a cargo de la Presidencia de la República.
  2. García Harfuch no es el titular del Poder Ejecutivo Federal (a menos que Sheinbaum le permita ejercer como tal en lo oscurito).
  3. La infiltración de la delincuencia organizada en el poder civil es innegable.
  4. Funcionarios civiles podrían alertar a la delincuencia organizada con base en los informes militares confidenciales entregados a la SSyPC.
  5. Lo anterior está dentro de los cálculos del gobierno de los Estados Unidos que encabeza Donald Trump.
  6. La Casa Blanca designó a los grupos más poderosos de la delincuencia organizada que operan en México como organizaciones terroristas extranjeras.
  7. Una mujer mexicana se convirtió en la primera acusada de terrorismo por la justicia de los Estados Unidos.
  8. Tanto Ismael el “Mayo” Zambada como Joaquín Guzmán Loera, alias el “Chapo” ─otrora jefes del Cártel de Sinaloa─ están en poder de los Estados Unidos. Los dos saben mucho de la colusión del narcotráfico con funcionarios mexicanos civiles y militares.
  9. Diecisiete familiares del “Chapo” Guzmán se entregaron al FBI el lunes 12 de mayo pasado (tres días después de que ocurrió la presunta discusión entre García Harfuch y el general Trevilla) en la garita de San Ysidro, California.
  10. Ha trascendido que Trump quiere enviar a militares estadounidenses a combatir al narcotráfico en suelo mexicano. Y que el Departamento de Estado podría tener una lista de 44 personajes mexicanos vinculados al narcotráfico.
  11. Es lógico pensar que existan convenios de colaboración institucional entre las Fuerzas Armadas Mexicanas y el Pentágono. ¿Se imagina usted que la información enviada, por ejemplo, por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos al Ejército Mexicano y a la Armada de México vaya a parar a la SSyPC? ¿Y que de esta secretaría se entregue a uno o varios cárteles?

En ese contexto, se habría dado el encontronazo entre García Harfuch y el general Trevilla. Como era de esperarse, el gobierno de Sheinbaum cerró la llave de la información y les ordenó que hicieran acto de presencia en el estado de Guanajuato el 16 de maayo.

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana; general Ricardo Treviña, secretario de la Defensa Nacional, y Libia Dennisse García Muñoz Ledo, gobernadora del estado de Guanajuato. Foto: @OHarfuch

¿Qué saben en Estados Unidos que desconocen Sheinbaum, García Harfuch y el fiscal Gertz? No lo sabemos. Lo que sí es del dominio público es que el embajador de Donald Trump, el coronel retirado y exagente de la CIA, Ronald Douglas Johnson (Ron Johnson para los amigos) estará en el despacho presidencial este lunes 19 de mayo.

También sabemos que nuestras Fuerzas Armadas están obligadas a defender a México del totalitarismo. López Obrador, Sheinbaum y García Harfuch, por citar solo a tres oscuros personajes del morenato, pretenden convertir a México en otra Cuba, otra Nicaragua, otra Venezuela. El paso previo consistiría en convertir a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en la versión «mexicana» de la KGB, la tristemente célebre policía política de la Unión Soviética.

Un comentario sobre “Las FF.AA., obligadas a defender a México del totalitarismo

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.