Por Mario Rosales Betancourt (*)

Foto ilustrativa: Gage Skidmore/Flickr.

Pese a que ya hay acuerdo y gracias a que el gobierno mexicano cedió, no habrá aumento de aranceles. De cualquier manera, lo que hizo Trump contra México es inaceptable por los siguientes motivos:

1. Fue una presión para obligar a México a violar derechos humanos. Trump marcó, así, diferencia en las presiones contra Sudáfrica y contra muchos otros países por violaciones a los derechos humanos en su territorio. Trump está obligando a nuestro país a que viole derechos humanos y al hacerlo, incumple con su propia Constitución, leyes y tratados internacionales, so pena de que de no hacerlo, Washington le impondrá injustos aranceles..

2. Fue una ilegal intervención en asuntos internos. La sanción se pretendía aplicar por lo que un estado nacional soberano, como se supone es México, hace o no hace, en su propio territorio. La legislación y política migratoria son un asunto interno. Un gobierno extranjero, de acuerdo al principio establecido en la Carta de Naciones Unidas sobre la No Intervención, no puede imponer ni presionar a otro, en asuntos que son internos y que se realizan en el interior de su territorio. Así, Trump está violentando el derecho Internacional, ya que su conducta cayó en la definición de intervención.

3. Trump pretendía aplicar castigos a terceros inocentes. En el supuesto, sin conceder, de que el gobierno mexicano hubiera tenido una falta en su política migratoria, el responsable sería el gobierno mexicanos y no productores, trabajadores y, en general, personas que directa o indirectamente serían afectadas por los aranceles, y que no tienen culpa alguna ni del fenómeno migratorio, ni de las acciones para controlarlo. Es como si por un acto negativo de Trump, un gobierno extranjero optara por bombardear en territorio norteamericano, a una población civil, indefensa y que nada tuvo que ver con las acciones de su gobierno.

4. Es muestra de prepotencia e impunidad. Trump sabe que por ser Estados Unidos miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, sus actos de agresión no pueden ser sancionados ni con el pétalo de una recomendación del principal organismo internacional, menos aún de la OEA; tal vez la Organización Internacional de Comercio pudiera tratar el tema, pero con la impotencia de no podrá hacer nada eficaz contra un acción ilegal de la Potencia.

5. Fue un triunfo del fuerte contra el débil, dónde los afectados serán seres humanos que solo buscan al intentar migrar un situación menos mala.

6. No es para festejar, como ahora se dice que será el acto de Tijuana, ni para lanzar campanas al vuelo. Si bien no debemos regatear el éxito que tuvo el gobierno federal, es bueno para la economía, pero malo para los derechos humanos y la soberanía nacional. Sí se dañó nuestra dignidad nacional. Sí tuvimos que ceder. Sí, Trump se levanta como victorioso ante sus electores. Es falso que Trump sea nuestro amigo; ni siquiera que lo es del pueblo que formalmente lo eligió como su presidente.

Cierto, se logró lo deseable dentro de lo posible. Es un alivió para nuestra economía, pero no hay que bajar la guardia. Como las fieras que prueban sangre, ahora Trump es más peligroso porque ya nos tomó la medida.

(*) Abogado, profesor universitario con 44 años de experiencia y periodista.