Día del Árbol y Fiesta del Bosque

El pasado 8 de julio se conmemoró el Día del Árbol; en el calendario cívico, julio es el Mes del Bosque. A partir de esto, el autor hace un balance la política forestal mexicana

Por Juan José Agustín Reyes Rodríguez

Imagen superior proporcionada por el autor


En 1959 el presidente de la República Adolfo López Mateos emitió dos decretos estableciendo en el primero, el Día del Árbol y en el segundo, se definió al mes de julio como la Fiesta del Bosque.

Desde esa fecha se han venido celebrando esas festividades a las que normalmente había asistido el presidente de la República en turno, lo cual ocurrió hasta el presidente José López Portillo quien fue el último en asistir, según recuerdo. Hasta 1982 existía la Subsecretaría Forestal y de la Fauna (SFF), dentro de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).

Numeralia forestal. Fuente: Notimex (con datos de SEMARNAT)

Con el cambio de gobierno, cuando accede al poder el gris presidente Miguel De La Madrid Hurtado, en 1982-83, llevando como su vicepresidente, con nombramiento de Secretario de Programación y Presupuesto, a Carlos Salinas de Gortari, se reinicia el desmantelamiento de la SFF, para pasar varias de sus funciones sustantivas a la reciente creada Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), como los asuntos de Fauna Silvestre, Inspección y Vigilancia, Parques Nacionales y normatividad de esos y otros asuntos.

Por cierto, cuando se estaba definiendo quien encabezaría esa nueva secretaría, hubo un tremendo agarrón entre el Arq. Sánchez de Carmona y el Biol. Arturo Gómez Pompa, muy amigo de Salinas de Gortari, que finalmente no le tocó a ninguno de los dos, sino se la otorgaron al Arq. Javelly.

Previamente con De La Madrid, quien en su campaña política para la presidencia, había declarado que los bosques y selvas eran PRIORIDAD NACIONAL, en 1985 se celebró el Congreso Forestal Mundial en México, habiendo asistido el presidente a la ceremonia de clausura de tan importante evento, el 10 de julio, destacando la importancia de los recursos forestales para México y el mundo; fue tal la incongruencia que el 20 o 25 del mismo mes y año, borraron a la Subsecretaría Forestal, ya disminuida de muchas de sus atribuciones al haberse creado la SEDUE, ubicando sus funciones en la Subsecretaría de Agricultura de la SARH.

Así mismo desaparecieron al entonces Instituto Nacional de Investigaciones Forestales (INIF), que se integró, junto con los Institutos Nacionales de Investigación Agrícola (INIA) y de Investigaciones Pecuarias (INIP) al nuevo Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), con lo que acabaron de darle la puntilla a la investigación forestal, que contaba con científicos reconocidos a nivel mundial así como mas de 100 centros, áreas, sitios de investigación y experimentación forestal, que pasaron a la más baja prioridad y cambiándoles su uso, en muchas de ellas, a actividades de investigación agrícola, preferentemente.

Ante esta situación el entonces exsubsecretario Forestal, León Jorge Castaños, presentó un proyecto al nuevo secretario de la SARH, quien sustituyó al que inició en ese gobierno, para rescatar las funciones forestales, proponiendo una Comisión Intersecretarial con las entonces Secretarías de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Reforma Agraria y Desarrollo Urbano y Ecología, denominándose Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Contaba con cuatro áreas: Industria, Programación, Recursos Naturales y Ambiente, y Asuntos Sociales. En este periodo fue cuando se logró la Ley Forestal en 1986, con una visión de Cuencas Hidrográficas, desarrollo social, creación de las Unidades de Manejo Forestal y financiamiento al sector forestal, entre otros avances.

Volcán Citlaltépetl. Los recursos forestales son fuente de vida y progreso. Foto: JJARR

Esta primera CONAFOR, con carácter intersecretarial y creada como un proyecto de inversión, dejo de operar en 1988-89, al volverse a crear, con el cambio de gobierno, nuevamente la Subsecretaría Forestal y de la Fauna.
Para no variar con otro cambio de gobierno, en 1994, se crea la Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), que posteriormente le quitaron la pesca para pasársela a SARH, quedando como SEMARNAT. Así mismo se pasaron las funciones que llevaba la Subsecretaría Forestal y de la Fauna, a la nueva secretaría dentro de la Subsecretaría de Recursos Naturales, que atendía los asuntos forestales, fauna silvestre, con el rimbombante nombre de “vida silvestre”, normatividad forestal, entre otros.

Durante estos cambios de administración se crearon diferentes órganos desconcentrados y descentralizados dentro de la SEMARNP, que cambio a SEMARNAT. La Inspección y Vigilancia se ejercía y todavía lo hace, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA); el Instituto Nacional de Ecología (INE), ahora le agregaron y Cambio Climático (INECC) con los asuntos de investigación y estudios; y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) para atender este tema tan importante.

Nuevamente con otro cambio de gobierno, el 4 de abril de 2001, se publicó el decreto por el que se crea la nueva Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), ahora como Organismo Público Descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, sectorizada en la SEMARNAT.

La creación de la CONAFOR nació con el apoyo de poco más de 2 mil millones de pesos de presupuesto y recibiendo temporalmente el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), con oficinas, vehículos y secretarias, durante el primer año. A partir del segundo año de existencia de la CONAFOR su presupuesto se aumentó de manera importante llegando a más de siete mil millones de pesos por año. Esto permitió establecer 13 oficinas regionales, en donde se atendían tres o más estados en cada una, con personal profesional, equipo, vehículos, oficinas, mobiliario y prácticamente lo necesario, así como personal de campo, que no siempre fue el suficiente. El presupuesto administrativo fue menor al 10 %, los primeros años.

Se continuaron programas que llevaba la Subsecretaría de Recursos Naturales de la SEMARNAT, como por ejemplo el Programa Nacional de Reforestación (PRONARE) que fue el núcleo sobre el cual se empezaron a integrar los demás programas de la CONAFOR, así como continuar con otros como el de Plantaciones Forestales Comerciales (PRODEPLAN), el Programa de Desarrollo Forestal (PRODEFOR), Prevención y Combate de Incendios Forestales, entre los más relevantes. Se dio impulso al pago por servicios ambientales, se reforzaron los programas de manejo forestal comunitario, que venía implantándose en algunas partes del país desde 1970, como proyectos forestales pilotos, en Chihuahua, Durango, Estado de México, Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Quintana Roo, entre otros, cuando existía la Oficina de Desarrollo Forestal, que pasó a ser Dirección General de Desarrollo Forestal en 1972 o 73.

Combatiendo incendio forestal. (Fuente: Helen Ruiz | Comisión Forestal de Michoacán)


La nueva CONAFOR rescató los proyectos exitosos y dio impulso a nuevos. Se establecieron Convenios de Coordinación con todas las entidades del país, con aportaciones tanto de estas como de la CONAFOR, para desarrollar los proyectos forestales en cada entidad.

Con los cambios de gobiernos comenzó el crecimiento burocrático de la Comisión, rebasando el 10% originalmente ejercido para administración. NO tengo el dato preciso a que porcentaje subió. Sin embargo, ese crecimiento burocrático se dio en las oficinas centrales, que, de un edificio conseguido con la CONASUPO, en Zapopan, Jalisco, se construyeron por lo menos otros tres. Las gerencias regionales desaparecieron y se crearon gerencias estatales. En algunos estados se construyeron a adaptaron oficinas sobre terrenos que eran propiedad federal, con lo que se logró reducir el pago de rentas.

Ese crecimiento burocrático benefició preferentemente a las oficinas centrales en donde cada funcionario tenía sus auxiliares y ayudantes y estos a su vez tenían los propios. Parece que se convirtió en una agencia de modelos, con chicas muy guapas, sin embargo, las áreas operativas en los estados tenían graves deficiencias de personal tanto profesional como auxiliar técnico, ya que un promotor o responsable tenía la obligación de atender 20 a más municipios. Por ejemplo, en Texcoco, el responsable del área le tocaba atender más de 25 municipios en el oriente del estado de México. Lo mismo ocurría en Jalisco, Michoacán y en prácticamente todo el país.

Nuevamente el reciente cambio de gobierno federal, con una austeridad republicana que parece que raya en lo franciscano, con recortes de presupuesto a toda la administración pública, salvo 32 programas prioritarios que se definieron. Así a la CONAFOR le asignaron un presupuesto cercano a los dos mil 500 millones de pesos para el 2020. Sin embargo, nuevas medidas franciscanas obligan a las dependencias y organismos desconcentrados y descentralizados, a reducir 75 % de gasto operativo en las partidas 2000 y 3000, con lo que las dejan encueradas prácticamente y sin posibilidades de operación real y efectiva.


Con las condiciones en contra para la actividad forestal oficial y del sector, el Día del Árbol y Fiesta del Bosque el segundo jueves de julio, o sea el 9, se celebró con poca participación, principalmente por la epidemia del Corona Virus. Se le dio especial relevancia al Día del Combatiente de Incendios Forestales, el 11 de este mismo mes, lo cual es de aplaudirse, porque son unos verdaderos héroes, que arriesgan sus vidas y su integridad por prevenir y combatir los siniestros forestales, que cada año es juego del gato y el ratón, ya que es muy claro que prácticamente TODOS son intencionales para eliminar el bosque y poner aguacate, ganado y recientemente abrir selva para tener acceso a los apoyos del programa Sembrando Vida. ¡Que contradicciones!

Fuente: CONAFOR


Entre las principales acciones que está realizando la CONAFOR en el presente año, de acuerdo con su titular y solamente para mencionar las principales, a continuación, se detallan con cierta amplitud, para que se conozca las que está emprendiendo, a pesar de las serias limitaciones presupuestales:

En el país hay 15 mil 584 ejidos y comunidades dueños de 62 millones de hectáreas forestales de bosques templados, selvas cálido-húmedas y secas en el país. (Estas sin contar la vegetación forestal de zonas áridas y semi áridas). Once millones de personas viven en o dependen de estas áreas forestales. 3.4 millones de hectáreas corresponden a pueblos originarios.

A la CONAFOR le corresponde impulsar el manejo forestal comunitarios, fomentar el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, introducción y desarrollo de cadenas productivas y redes de valor, apoyar y promover la protección, conservación y restauración forestal y avanzar en la construcción de valores y responsabilidad ambiental de la sociedad. Dentro del manejo forestal comunitario hay dos mil 943 núcleos agrarios participando en casi cinco millones de hectáreas, sobre todo en bosques templados y selvas cálido-húmedas, de las cuales una tercera parte se encuentra en municipios con población de origen indígena, destacando entidades como Chihuahua, Oaxaca, Quintana Roo, Estado de México, Campeche y Chiapas. Hay diferentes niveles de desempeño en el manejo de sus recursos forestales, de apropiación del proceso productivo en la cadena de valor, diferentes categorías de gobernanza y emprendimiento y niveles distintos en la diversificación productiva en su agricultura, ganadería, fruticultura, apicultura, uso del agua y actividades turísticas.

Respeto a las tradiciones, costumbres y saberes de los pueblos originarios. La imagen fue tomada en San Jerónimo Amanalco, Texcoco, México. (Foto: JJARR)

Desde luego que hay otros importantes programas como es el apoyo a las plantaciones forestales comerciales que serán el futuro de la producción maderable y para la industria de la celulosa y del papel, así como sustituir la importación de arbolitos de Navidad en México.

Plantaciones comerciales particulares para madera y arbolitos de Navidad. Ciclo Verde, Las Vigas, Veracruz. Foto: JJARR


En lo que va del año, se han celebrado muchos días establecidos por la Naciones Unidas, como el día de la Tierra, del Ambiente, del Bosque, del Agua, de los Océanos, de la ANP, Defensa de los Ríos y ahora del Día del Árbol y Fiesta del Bosque, entre muchas otras, sin contar las numerosas celebraciones que faltan en el año, que en total son más de 20 días mundiales, relacionados con el ambiente y los recursos naturales.

Sin embargo, tantas celebraciones, quedan en simples manifestaciones de reflexión, de recordatorio y cosas por el estilo. Y la realidad nos planta en el suelo, al ver que el sistema económico global y por ende el nacional, está inserto en la prevalencia economicista, financiera y material, que no importa lo que suceda con la naturaleza, que sigamos destruyéndola en “beneficio” de un supuesto desarrollo mal entendido y concebido, pretendiendo que los megaproyectos son la panacea para el bienestar de los pueblos, lo que se ha probado y comprobado que no es así.

En las comunidades donde se han desarrollado megaproyectos, mineros, energéticos, eólicos, carreteros, ferroviarios, turísticos, aeroportuarios, petroleros y demás, si bien se crean empleos mediocres y de supervivencia para los pobladores locales, la devastación que han hecho de bosques, suelos, fauna, agua, paisaje no compensa los supuestos beneficios que les quedan, debido a que los mayormente beneficiados son las empresas trasnacionales y personajes inversionistas.

Se ha medido el progreso y el desarrollo en términos del producto interno bruto que se genera en el país, el cual solamente mide lo que las grandes empresas generan y las utilidades que se llevan, pero no la situación en que se queda la mayoría de la población.

Cerro El Tezoyo, convertido en cráter por, por el megaproyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), afortunadamente cancelado. Foto: JJARR

Así que esperaríamos que se sigan celebrando muchos Días del Árbol y Fiesta del Bosque en otras condiciones que nos haga participar de una verdadera fiesta del ambiente y los recursos forestales.

Recursos forestales: agua, bosque, hábitat de fauna, paisaje… Foto: JJARR

(*) Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques, por la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, Texcoco, Estado de México (hoy Universidad Autónoma de Chapingo); Maestro en Ciencias y candidato a Doctor en Recursos Naturales por The University of Michigan, en Ann Arbor, Michigan; Consultor en Recursos Naturales, Ambiente y Desarrollo.

2 comentarios sobre “Día del Árbol y Fiesta del Bosque

  1. Los bosques van de mas a menos, causas, incendios forestales en su mayoria provocados, pareciera que a los gobiernos no les interesa, quizas por lo destrestigiados que estamos porque las politicas se han sesgado mucho. Causas corrupcion en el sector forestal, la CONAFOR y la SEMARNAT en riesgo de desaparecer. Florecimiento de la Secretaria del Bienestar, al cual le apuestan que sacara de la pobreza a los milones de campesinos, sera verdad? El tiempo nos dara la razon, pero no deja de ser un programa mas de gobierno. Ojala no fracase porque de por si la actividad forestal esta devaluada. Entonces los profesionales forestales que celebramos? El desmantelamiento de las dependencias forestales como SEMARNAT, CONAFOR cual fiesta del bosque, esto quedo en el olvido.

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  2. Excelente crónica….definitivamente faltan más apoyos que retribuyan al pago de los bienes directos e indirectos de las zonas Forestales ….Así como implementar el Desarrollo Regional con base en las características fisiográficas de las tierras…!

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