La sociedad necesita vigilar el sentido del voto de la amiga de AMLO en los temas clave de la 4T

Ha quedado totalmente demostrado que el 90 por ciento de la tesis de la ministra Esquivel y la del licenciado Báez, son idénticas; la defensa de Esquivel afirma que ella registró su proyecto de tesis en 1985 y que el licenciado Báez, cómo según ella confesó ante notario, plagió ese proyecto para elaborar su tesis de 1986.

Pero el proyecto de tesis en la UNAM lo que se registra inicialmente solo incluye el título, que es lo que no se puede cambiar, un esquema y un objetivo previos a la investigación, por lo tanto modificable; o sea, es imposible que alguien que plagió solo el proyecto de una tesis pueda hacer una tesis igual en un 90 por ciento.

Así, con su defensa, la ministra Esquivel, presuntamente podría haber cometido otros nuevos ilícitos.

Otra cuestión irregular es la actualización de la Fiscalia General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), porque la UNAM es Autónoma y la fiscalía no tiene competencia. Además, la entonces ENEP Aragón, donde se registró el proyecto de tesis de la ministra Esquivel, no está en el territorio de la Ciudad de México, sino en el Estado de México. Por lo tanto, la FGJCDMX carece de facultades para decir quién plagió a quién. Y ya hubo incluso un desmentido de la Fiscalía capitalina en el sentido de la dependencia hubiera dictaminado la existencia del plagio, lo cual resulta inverosímil.

El asunto del plagio de la tesis, con la elección de la ministra Piña Hernández, no debe olvidarse, ya que el voto de la ministra Esquivel puede ser fundamental para que no se declaren inconstitucionales leyes como las electorales que claramente lo son.